Historia

Historia del Club Talleres de Escalada

El Club Atlético Talleres es un club de fútbol argentino, fundado el 1º de junio de 1906. Tiene su sede en la localidad de Remedios de Escalada, partido de Lanús perteneciente a la provincia de Buenos Aires. Es uno de los clubes más antiguos de la Argentina y es miembro fundador del profesionalismo.

En 1902 se inauguró la estación Los Talleres, nombre que adoptó como propio la localidad que fue aumentando cada vez más habitantes.

El 17 de mayo de 1906, en la casa de Enrique Félix Tait, se labró el acta de fundación del “Talleres United Football Club”, luego de la fusión de los equipos barriales General Paz y Los Talleres, aunque el club se dio por fundado el 1º de junio de 1906. El nombre netamente británico se debió a la gran influencia de habitantes de dicho origen (ingleses, escoceses, irlandeses y galeses) que vivían en la zona y se desempeñaban en el Gran Ferrocarril Sur. Los colores rojo y blanco de la camiseta -a bastones verticales- fueron tomados del Alumni Athletic Club, que a su vez los había tomado del club inglés Nottingham Forest. Su primera comisión directiva quedó constituida de la siguiente manera, el 1° de Junio de 1906: Presidente: Jorge Rezzoagli; Secretario: Agustín Yraizoz; Tesorero: Diego Mac Lennan; Primer Capitan Team: Juan Perinetti; Vice Capitan: Pablo Comelli; Segundo Capitan Team: José Nervi y Vice Capitan: José Rey y una comisión compuesta por 4 miembros que se abocaría a la conformación de un reglamento, a cual estaba integrada por: Francisco Rodríguez, Raúl Perinetti, Alberto Allan y Juan Pyke.

En los primeros años de vida tuvo una crisis económica, lo que obligó a la entidad a deambular por pequeñas ligas y tuvo un punto muerto institucional desde 1908 hasta 1915. Pero, a fines de 1915 se designó una nueva comisión directiva que fijó objetivos y consolidó al club. Talleres se afilió a la AFA y comenzó a participar de la Segunda División de Ascenso y a final de temporada ascendió a Intermedia.

En 1920 el club pasó a denominarse “Talleres Football Club”. En 1925 ascendió a Primera División del fútbol amateur y se compraron los terrenos, donde hoy está situado, para la construcción de su campo de deportes. Una ordenanza municipal la Municipalidad de Lomas de Zamora impuso el nombre de la estación ferroviaria Remedios Escalada al sector del Pueblo Los Talleres en 1926, por lo que la institución pasó a llamarse “Club Atlético Talleres” en los años venideros.

Hechos históricos importantes

En el año de 1914, se crea el Cine “Mundo Argentino” del Sr. Bobbio en Pavón 6173 (Irigoyen entre Garay y Corcuera , en el lado oeste. Tiene comienzo la instalación de las cañerías de agua corriente.

En el año de 1917, se produce la “Gran Huelga” por parte de los obreros de los talleres del Ferrocarril Sud , los cuales son reprimidos, muriendo 20 de ellos. Durante la huelga el Dr. Melo, establece hospitales de sangreen las casas de los pobladores para atención de los heridos.

En el año de 1920, se crea el “Ideal Cine” en la calle Pavón (Irigoyen) , entre las actuales calles de Beltrán y Garay, pertenecientes al Sr. Aurelio García.

En 1923, se crea la Asociación Artística y Recreativa “Claudio de Alas” la que realiza funciones teatrales, bailes familiares, en salones como Mundo Argentino e Ideal Cine.Ubican su secretaría en la calle Pastor Ferreyra 310 de la vieja numeración. Se pavimenta la primera arteria del pueblo en el sector Lomas de Zamora, en el lado oeste, la calle Rauch. En el mismo año la Liga de Defensa de Talleres, institución creada con motivo de lograr avances en el pueblo dividido por dos municipalidades, donde la acción oficial es prácticamente nula, propone el nombre del Gerente del Ferrocarril del Sud “Mister John Eddy” para la estación “Los Talleres del Ferrocarril del Sud”. El ministro de Obras Públicas de la Nación, propone varios nombres, ninguno del agrado de los peticionantes, por lo que insisten con el nombre del gerente inglés. Por entonces la Unión Vecinal, ubicada en martín Rodríguez esquina Villegas (Irigoyen y Azopardo), de los Talleres Sector Lomas de Zamora, no ven con agrado el nombre del directivo ferroviario para la estación y por consiguiente para nuestro pueblo. Entonces es que propone un plebicito, en el que figura el nombre de “Alcalde Grigera”, en homenaje al pionero de Lomas de Zamora, el que perdiera cuando se realizó. Es entonces que el Ministro de Obras Públicas de la Nación Dr. Eufracio Loza, denomina por decreto con el nombre de “Remedios de Escalada”, a la estación “Los Talleres del Ferrocarril del Sud”, en homenaje a la memoria de la esposa y amiga del General Don José Francisco de San Martín y Matorras, ya que se cumple el centenario de la muerte de Doña María de Los Remedios Carmen Rafaela Feliciana de la Quintana y de Escalada y de San Martín y Matorras. Nuestro querido pueblo de los Talleres, continuaría su existencia con su nuevo nombre, motivo del cambio de nombre de la estación.

En 1924, se crea en la Casona de la actual calle Lituania 1078 la Parroquia de “Nuestra Señora de los Remedios”, estando al frente el Presbítero Dr. Rómulo Digiorno. La imagen de Nuestra Señora de los Remedios es donada por el Sr. Fabio Damonte y su Sra. Esposa. La campana es donada por el Sr. Juan Bautista Lértora y su Sra. Esposa Clorinda Panessi de Lértora. La primer misa es ofrecida por el Pbro. Juan Di Falco. En dicha misa se bautiza la niña Remedios Argentina. El Sr. Alejandro Iberti, funda la Compañía de ómnibus de Remedios de Escalada “CORE”, ubicando su administración y garage en Vedoya 192, de la antigua numeración. Por ese entonces tiene lugar la pavimentación de la primera arteria del lado Este, la calle Achaval.

En el año de 1925, llega el servicio telefónico a nuestro pueblo, constituyendo un gran adelanto. En el sector Lomas de Zamora de Remedios de Escalada, en el lado oeste, por iniciativa del Pbro. Digiorno, en atención a los delitos cometidos en la zona , se crea frente a la entonces parroquia Local, en la calle Lituania entre Pastor Ferreyra y Marraspín, el Destacamento, Policial seccional Lomas de Zamora.

En el año de 1928, se pavimenta la Avenida San Juan – Belgrano, en el lado Este, la que bordea el Paredón (actual 29 de Septiembre). Es realizada con plazoleta al medio. El límite entre ambos sectores es la calle Pedernera.

En el año de 1929, tiene lugar la inauguración de la nueva cancha del Club Atlético Lanús en la calle Arias , en la villa de Talleres.

En 1931 Tiene lugar la pavimentación de la Avenida Rosales, la que también Lleva el nombre de Pedro Mont, con Boulebard al medio. Dicha arteria es entonces calle limítrofe entre los sectores Avellaneda y Lomas de Zamora. En el Salón de la Sociedad Italiana en la Avenida Rosales, nace el “Cine París”. Con el tiempo cambiaría el nombre por “Cine Select”. Tiene lugar la inauguración del nuevo templo del la Parroquia de Nuestra Señora de los Remedios en la calle Rosales. El traslado de la imagen de nuestra patrona se hace por medio de una procesión por las actuales calles, Lituania, Pastor Ferreyra y Rosales, la Colonia, en el lado este.

En el año de 1933 en el “Ideal Cine”, canta para el pueblo de Remedios de Escalada, el Morocho del abasto “Carlos Gardel”.

En el año de 1934 En el lado Este, debido a la densidad de población y haciéndose necesario el servicio policial, se instala una Sub comisaría, del Distrito Avellaneda, en la calle Aguilar 1137.

En el año de 1940 se crea la Escuela N° 77 (actual N° 36 “General Manuel Belgrano”), en el Paraje denominado Villa Luján del distrito Avellaneda, funcionando el primer local en la calle Luján N° 476, en el lado Este.

En el año 1950, se crea el “Banco de Leche” con la presidencia del Dr. Amadeo Lértora, y el asesoramiento de Monseñor Casanova, para los niños carenciados.

En el año 1956 Se crea la Escuela N° 45, con motivo de eliminarse el 3° turno de la Escuela N° 43. Con el tiempo se le impondría el nombre de Comandante Luis Piedra Buena.

En 1957 Se crea la Escuela Primaria Parroquial que se le impone el nombre, más tarde, de Pedro Ignacio de Castro Barros , con el sostenimiento de la Ligade Padres de Familia integrando las instituciones parroquiales de Nuestra Señora de los Remedios.

En el año de 1959, nace “María Reina”, destacada institución religiosa, cultural de la colectividad eslovena de nuestro pueblo. Establecen Templo y con el tiempo además, crean un complejo educativo con Jardín de Infantes, primaria y secundaria , comercial, nacional y técnica. Además la Casa de los Abuelos.

En el año 1960, se instala entonces la calle Garay casi esquina Iberlucea, el Banco de la Provincia de Bueno Aires, la primera entidad bancaria en nuestra localidad.

En el año de 1961, se crea el Instituto Moderno de educación integral, preescolar y primario. Con el tiempo se inauguraría además el colegio secundario, con la dirección de nuestro medio de destacada trayectoria. Se lo conoce como “Moderm School” nombre que tuviera en otros tiempos. Se inaugura el Cementerio Municipal del Partido de Lanús, en la calle Aguilar y Centenario Uruguayo. En la plaza Mariano Moreno se coloca la piedra fundamental del monumento al Prócer de dicho nombre. Se crea el Instituto Secundario Parroquial, siendo el Contador Emilio Calvo, su primer rector “ad Honoren”. Con el tiempo se le impondría el nombre de san Agustín.

En el año 1969, se instala en la localidad, en el lado Este , en Achaval y San Lorenzo, la delegación del Banco Popular de Quilmes, dependiente de la Sucursal de Lanús.

En el año 1970, se crea el Hogar Espíritu Santo, en la Avenida Rosales, casi esquina Pastor Ferreyra, en el lado oeste. En el sector Este, por iniciativa de la Sociedad de Fomento “La Amistad” se inaugura oficialmente la Plaza Carlos Gardel.

En el año de 1972, se crea la Comisión Pro Templo de la Parroquia de Nuestra Señora de los Remedios , con el objeto de ampliar y remodelar el edificio de la Iglesia local. Se inaugura en la Plaza Carlos Gardel, un monumento al “Zorzal Criollo” Carlos Gardel. En el Sector Este, se crea el Rotary Club de Remedios de Escalada Este.

En el año 1975, se funda el Rotary Club de Remedios de Escalada Oeste, por el, ubicándose en la calle Vedoya 4026. Pro ese entonces se establece el Banco de Galicia , sucursal Escalada, en la calle Garay casi esquina Iberlucea.

En el año 1978, se funda el primer Centro de Jubilados llevando entonces el N° 1, en el Club Villegas. Se establece en la Calle Beltrán, entre las calles Iberlucea y Dr. Melo, la Sucursal Escalada del banco de la Nación Argentina.

En el año 1980, se establece el colegio Nacional-Comercial Luis Piedra Buena en la calle Arias en el lado Este. Se crea el destacamento de Bomberos N° 2 dependiente del Cuartel General de Bomberos de Lanús Oeste, ubicándose en la calle Marco Avellaneda esquina Gaboto.

En el año 1986, Se firman los convenios para la construcción de los Pasos Bajo Nivel, que reemplazarían a las viejas barreras ferroviarias de la calle O´Higgins y la de Malabia, los que llevarían el nombre de Juan Manuel de Rosas y Manuel Torres respectivamente.

Nuestros primeros grandes pasos

En el año 1902, se autoriza la construcción de una estación para uso exclusivo de los talleres ferroviarios. Luego se autoriza que la estación a construirse, se libre al servicio público y además se la denomina Estación “LOS TALLERES”. En ese año la Dirección de Correos, crea la estafeta postal en la Estación “Los Talleres del Ferrocarril del Sud”. Además se crea la Escuela N° 16. La Escuela N° 16 de entonces, es la actual N° 40, Remedios de Escalada de San Martín. Se crea en la calle Malabia actual Belgrano y Pueyrredón , en el Paraje denominado Los Talleres F.C.S. en el lado Este, siendo la señorita Isabel Tait la primera directora-maestra de Nuestro Pueblo. Además comienza entonces el loteo de la Villa Talleres, en el Este. En el inicio la iluminación consiste en faroles a Qerosén haciendo el Sr. Blas, de farolero. La empresa de gas extiende sus cañerías desde el kilómetro 5 (actual Gerli) hasta el Pueblo de la Paz de Las Lomas de Zamora. Con dicho fluido, se establecería luego el alumbrado a gas, contando con servicio de farolero, quien sólo prende los mecheros “en las noches sin luna”. Por ese mismo año se inaugura la “ESTACION DEL FERROCARRIL DEL SUD”.

En 1905 se crea la escuela N° 19 (actual N° 41, José M. Estrada) en el sector noroeste de nuestro pueblo, en el Paraje del Edén Argentino, en la calle Hernandarias y Chiclana, siendo su primer directora-maestra la Srta. Dolores Márquez. En el ultimo año se crea la Escuela N° 23 (actual N° 42, Mariano Moreno) en la vecina localidad de Banfield, con la categoría de escuela rural.

En 1908 Se instala la oficina de Correos en la Av. Pavón entre Emilio Mitre y Arrascaete (actuales Irigoyen, entre Beltrán y Digiorno)en Los Talleres Oeste.

En 1909 la empresa Tettamanti comienza los trabajos de pavimentación de la Av. Pavón – Martín Rodríguez la que se realizaría con boulevard (plazoleta) al medio. Se crea la Escuela N° 38 (actual N° 16, Dr. Arturo Melo), en la calle Cavour 6044 de la antigua numeración (entre las actuales calles Beltrán y Digiorno), siendo su primera directora la Srta. Elisa Giangioble. Por entonces se inicia la Escuela N° 30 (actual N° 43 Marciso Laprida), fundada con carácter de escuela rural en el sector noroeste de nuestro pueblo en el Paraje del Edén Argentino, sirviendo de base la escuela de su primera directora – maestra Srta. Dolores González. Además se funda la escuela N° 34 (actual N° 44, Cristobal Colón) en la calle Vidal 57 de la antigua numeración, siendo su primera directora-maestra la Srta. Angela Acevedo César. Por ese tiempo, ya se había inaugurado el Paso Carretero o Puente en el lugar donde se había emplazado la primer estación apeadero. (actual Puente de Escalada). Se había establecido además la Iglesia Presbisteriana (Escocesa de San Andrés) en Pavón al 5900 (en el actual campo scout) en los Talleres Oeste.

¿Cómo y por qué apareció “La Idea”?

El legendario diario “La Idea” fue desde siempre un verdadero ejemplo de periodismo independiente, un ejemplo escaladiense.Un diario compenetrado con la situación de su pueblo de la mano del ilustre Mauricio Parada. Esta es una nota de su autoría publicada en la revista editada con motivo del 25to aniversario de La Idea, en 1940.

Fecha grata, cual la de cumplir una hoja periodística 25 años de existencia, obligada a recordar, máxime cuando se ha llegado a ellos sin etapas siguiendo siempre la línea recta, salvando los obstáculos para eitar las curvas y haciendo de la convicción un báculo para no caer en la transgresión.

Recordas la iniciación de “LA IDEA” es pues el propósito que me guía al trazar esta líneas, y el título que las encabeza es el que mejor le cuadra, puesto que ese es el tópico en que voy a concentrar mis recuerdos: ¿Cómo y por qué apareció “LA IDEA”?.

Lo lógico se explica por sí solo, pero lo ilógico es necesario explicarlo. Adquierir e instalar un taller de imprenta desconociendo en absoluto el manejo de las máquina y utensillos y tipos, así como todo lo que complemente las artes gráficas y sin tener a quien recurrir en procura de una ayuda, una indicación, un consejo, y posteriormente mi iniciación en el periodismo sin haber sido nunca un periodista, ni aún haber soñado que podría serlo, son causas que están al margen de toda lógica. Pero esto fue un efecto que, como en todos los casos, tuvo su causa.

La anterior guerra europea, iniciada al promediar el año 1914 y que luego se convirtió en guerra mundial, planteó un problema de difícil solución a las industrias que usaban la materia prima de procedencia europea, agravándose la situación por el hecho de que muchas de ellas fueron declaradas contrabando de guerra por las naciones en conflicto. La situación era mala y la que se prevía mucho peor. Había que prepararse para hacer frente a cualquier emergencia, y para, por lo menos, amortiguar los coletazos de la guerra que indudablemente nos iban a alcanzar.

Pensé en la imprenta no porque la conociera sino porque me atraía; tenía por ella cierta predilección, me halagaba que fuera tambien yo el primero que instalara una imprenta en el pueblo, a más de que ella me haría economizar una buena parte de lo que gastaba en impresos.

Resuelto ya a llevarlo a la práctica, me dediqué a la búsqueda de un modesto tallercito que estuviera inactivo y al alcance de mis recursos; pronto lo encontré, lo adquirí y trasladé. Promediaba entonces 1915.

Eficazmente secundado por mi esposa y nuestros pequeños hijos, me puse a la tarea de ordenar todas las máquinas y material para poner en funcionamiento el taller, y aún no conseguido esto me visitó un señor a quien sólo de nombre conocía, por haber sido director de uno de los periódicos que habían aparecido en el pueblo. A boca de jarro, me propuso que nos asiciáramos para la publicación de un periódico del que el pueblo carecía. De todas las propuestas y promesas sólo me agradaba la de que nuestro pueblo tuviera un órgano de publicidad. Con éste propósito invité a que me visitara en otra oportunidad, en el interín yo vería sin con el material de que disponía había posibilidad de realizar tal propósito.

Pronto me di cuenta de lo que podía hacerse; poco, muy poco; un periódico de un formato muy reducido, pobre y muy desgarbado, y esto a costa de muchas horas de trabajo y una gran voluntad, que suplirían en parte la falta de material. A pesar de todo esto resolví editar el periódico y así se lo hice saber en la segunda visita que me hizo, trayendo bajo el brazo una carpeta repleta de “promesas” en forma de originales, avisos y lista de suscriptores.

Le dicté mis condiciones: no estaba dispuesto a admitirlo como socio, pero sí a hacer un convenio verbal; él sería un colaborador, son la sola obligación de escribir los artículos de redacción, seleccionar las colaboraciones que se recibieran para su publicación y ocuparse de su cobranza; todo lo que no fuera esto, quedaba bajo mi exclusivo cargo. En lo concerniente a la parte económica quedó convenido que, de las entradas, se pagaría el papel, la tinta, la luz, el franqueo y las comisiones; el remanente lo percibiríamos por partes iguales.

Comencé la tarea con la sola ayuda de los míos, y en la primera semana del mes de septiembre de 1915 apareció la primera edición, con un título que, se aseguró, ya gozaba de prestigio y sólidas bases. A partir de esa fecha siguió apareciendo sin interrupción todas las semanas y, ya transcurrido varios meses, sin haber percibido yo un solo centavo, le pedí rindiera cuentas, pues ya eran muchos los pesos que había yo invertido en la compra de papel, tinta, pago de franqueo, etc. La respuesta fue “lo que hasta el momento había cobrado sólo alcanzaba para cubrir sus “gastos”, y que yo debía esperar hasta que las entradas aumentaran.

No me agradaba pasar por ingenuo, pero estaba decidido a que en el pueblo hubiera un periódico; por esto acepté el “razonamiento” a la espera de una oportunidad para deshacerme de un tan aprovechado colaborador. La ocasión no se hizo esperar. Un día pretendió inmiscuirse en asuntos que sólo a mí me concernían; lo llamé al orden, se insolentó y lo eché.

Al salir, desde el umbral de la puerta me gritó: “el periódico no saldrá más y el pueblo sabrá por qué y quién es el culpable”. “Váyase tranquilo -le respondí- el periódico saldrá y seguirá apareciendo en cuanto de mi dependa, se lo aseguro”.

Así fue, sin una sola interrupción, con tan sólo el cambio de título y el agregado del lema “del pueblo y para el pueblo”; seguí publicándolo.

Hasta aquí la explicación de cómo y por qué apareció LA IDEA, pero no cerraré este relato sin antes recordar, agradecido, a los que en los tiempos más difíciles me brindaron su eficaz y desinteresada colaboración.

Los años 1916, 17 y 18 fueron recios, sometiendo duras pruebas a todas las actividades del país; la guerra se había extendido a la mayor parte del mundo; el comercio y la industria se tambaleaban; el papel, la tinta y todos los implementos de la imprenta alcanzaron y superaron los precios más exhorbitantes; el producido del periódico no alcanzaba a cubrir el costo de los materiales más indispensables para su publicación; el franqueo y gastos menores así como mi trabajo y el de los míos eran “yapa”; el déficit lo cubría con el producido de los trabajos particulares que me encomendaban, pero esto no era lo que más me desilusionaba.

Recibía muchas colaboraciones de autores noveles, algunas muy buenas, pero todas de carácter literario: prosa y versos. El propósito que me guiara a fundar un periódico fue el de propender al adelanto de nuestro pueblo. En el entonces Talleres había muchos y muy fundamentales problemas que resolver, muchas deficiencias que corregir para hacer cómoda la estada de los vecinos e impulsar el progreso de la población. Sobre todo esto había que escribir, machacar. Abarcar yo solo toda esta tarea era superior a la capacidad de mis fuerzas, puesto que tenía que dedicar todas las horas del día y muchas de las noches al trabajo, que me proporcionaba lo indispensable para el sostenimiento de la casa, incluso del periódico.

De esto me lamentaba en una reunión de amigos que a menudo efectuábamos en el local de la primera institución social fundada en la localidad.

De entre los presentes surgió una voz para decirme: “por eso no se aflija, si yo puedo serle útil estoy dispuesto a ayudarlo”. Era Domingo Milone el que así hablaba. Ello me causó una gran satisfacción, reavivó mi optimismo e infundó nuevos bríos. Lo conocía a Milone, era capaz, activo y dinámico. Muy pronto sentí el alivio que su cooperación me proporcionaba.

A la ayuda de Milone siguió la del señor José F. Frías. Ambos habían sido directores de distintas publicaciones que aparecieran en la localidad. Luego la de los doctores Arturo Melo, padre e hijo, y varios otros, que por su fugaz colaboración no puedo recordar; pero muy particularmente a los nombrados, debe “LA IDEA” una buena parte de sus triunfos. Por esto me hago un deber al hacer público mi reconocimiento y hacerlos partícipes de la demostración popular que se me ofreció con motivo del 25to aniversario de esta hoja periodística. Es lo menos que puedo hacer en fecha tan destacada.

El día que nuestro pueblo recibió su nombre

Remedios de Escalada recibió su nombre el 15 de agosto de 1923, año del centenario del fallecimiento de Doña Remedios de Escalada de San Martín, esposa del General José de San Martín

Violento temporal de días, lluvia y viento, había precedido a aquel miércoles 15 de agosto, solemnidad de la Asunción de la Virgen. Tal vez por eso, nuestro pueblo vino a recibir oficialmente su nuevo nombre en tal oportunidad: como si Dios hubiese querido conducir la voluntad o elección del día de parte de las autoridades no se sabe bien si nacionales, provinciales, municipales o vecinales para llevarla a tan significativa fecha religiosa, en un pueblo,k todavía, sin iglesia parroquial. Lo real, según la referencia periodística, es que el 30 de julio la comisión directiva de la Liga de Defensa de Talleres había decidido celebrar la imposición del nuevo nombre como lo que en rigor era un acontecimiento auspicioso para la localidad.

Para ello designó una comisión especial de tres miembros a fin de que se ocupara de los trabajos atinentes a los festejos previstos para el 5 de agosto. Sin otra difusión, el propósito aparece postergado sin ninguna explicación (tal vez la placa de bronce del ministro no estaba acabada para esa fecha); lo cierto es que el día 8 de agosto se anuncia que serán efectuados el domingo próximo.

Mientras tanto, en la Capital Federal, el día 3 se había cumplido un denso programa conmemorativo del centenario de la muetre de la ilustre patricia que, siendo la esposa del general José de San Martín, era miembro de una familia de nombre abolengo, a la que había dado, y seguiría haciéndolo, esclarecidas figuras al servicio de la sociedad y la República. El acontecimiento tuvo una amplia resonancia evocativa en la sociedad porteña, sin circunscribir este término a los límites de la ciudad de Buenos Aires, sino extendiéndolo, como había su uso en otro tiempo, a todo el vasto territorio de la influencia porteña.

De esta manera, no sorprende que el Club Social de Maestros de Avellaneda gestionara ante el Consejo Deliberante local la designación del nombre a una calle del partido.

Con dictamen favorable, el Cuerpo secundó tal pedido, resolviendo dar el nombre de Remedios de Escalada de San Martín a la calle Camino Real de Valentín Alsina.

También dispuso otorgar a la Liga de Defensa de Talleres la suma de 500 pesos, destinados a los festejos que se efectuarían el domingo 12.

Pero, como se dijera al comienzo, el temporal fue de días. En la mañana de lunes 13, los diarios informaban que para nada había amainado la fuerza del viento y la intensidad de la lluvia desatados el viernes 10, y que se mantenía con señalada violencia a las 24 horas del domingo.

Sin embargo, el miércoles 15 fue otro día. Imaginamos que los vecinos de entonces, que tantas expectativas habrán tenido para llevar a cabo un programa de festejos de tanta importancia como de compromiso para nuestro pueblo, habrán vivido horas de alivio y de gozo.

Los diarios del día siguiente dirán que el 15 se presentó con una mañana de feo aspecto, pero que el cielo despejó y por fin se tuvo una tarde muy agradable; la temperatura fue de 18 grados.

Los festejos, precisamente, estaban previstos para la tarde; y el cielo había abierto sus espacios azules para que el sol inundara generoso con su luz la solemne y agradecida jornada.

Nuestro pueblo había encontrado su nombre definitivo, cargado de abnegación e hidalguía, entroncado espiritualmente con el más profundo afecto de “esposa y amiga” del General San Martín.

La Liga de Defensa de Talleres trabajó intensamente y con ella las otras instituciones que acompañaron la realización ciudadana del programa de homenaje.

La crónica del día 15, aparecida el 16 porque aquel era día feriado y los diarios no aparecían, así deja imaginarlo. La conmemoración del centenario de la muerte de doña Remedios de Escalada de San Martín tuvo dos ocasiones diferenciadas en la evocación y los homenajes: las del día 3, en la ciudad de Buenos Aires, y las del 15 en nuestro pueblo. En aquella comisión nacional creada al efecto y presidida por el Dr. Juan José Biedma, honró la memoria de la nombre patricia con un conjunto de actos entre los cuales la crónica del día destaca la “imponente ceremonia patriótica-religiosa en la iglesia catedral” que consistió en la solemne misa y la brillante oración fúnebre de fray Fidel Schelibon.

A la ceremonia religiosa se adhirió personalmente el Poder Ejecutivo Nacional con la presencia del gabinete. El presidente de la Nación, Dr. Marcelo T. de Alvear, estaba de duelo ese día y el ministro del Interior, Dr. Nicolás Matienzo, lo representó en las circustancias, acompañado por sus pares Marcó, Loza, Cnel. Justo.

A su vez, el presidente remitió un cablegrama a la nieta del General San Martín, doña Josefa Balcarce de Gutiñerez Estrada (84 años) que vivía en París.

Otros actos se realizaron en la Recoleta y frente a la casa donde nació, en las calles Defensa y Victoria (hoy Hipólito Yrigoyen), presidido éste por el intendente Noel, quien descubrió una placa recordatoria. Probablemente aquella finca estuviera situada en los predios del hoy Ministerio de Bienestar Social de la Nación.

El día 15 se cumplió otra jornada de recordación, pero esta vez en nuestro pueblo en circustancia de especial recordación para él, porque el nombre se imponía a la estación ferroviaria era el que urbanísticamente y civilmente habría de distinguirlo entre las demás ciudades y pueblos de la Provincia de Buenos Aires. Por un nombre así se había gestionado mucho y se había resistido a poderes políticos que impulsaban subrepticiamente un nombre indeseable.

Como se dijo más arriba, el cielo de la tarde de ese día se despejó, el sol brilló luminoso y la banderas argentinas e italianas y los gallardetes lucían el adorno de sus colores frente a la estación y en la avenida Pavón y calles adyacentes.

Ignoramos si aquella fue la primera vez que un gobernador de la Provincia de Buenos Aires visitaba nuestro pueblo para nuestro acontecimiento cívico; pero Remedios de Escalada inauguraba su nombre con la presencia del Dr. José Luis Cantilo, primer mandatario del estado provincial, con el jefe de la policía de la provincia, Laureano Algarañaz y demás acompañamiento.

El ministro de Obras Públicas donante de la placa de bronce que está en la estación ferroviaria y perpetúa la resolución que asigna el nuevo nombre, fue representado por el ingeniero Abelardo Barberán, que suponemos su subsecretario.

A las 14 comenzó la ceremonia con la ejecución del Himno Nacional a cargo de la Banda del Regimiento 3 de infantería. A continuación el representante del ministerio de Obras Públicas de la Nación usó la palabra en nombre del presidente, para hacer entrega de la placa. El concejal por el municipio de Avellaneda, Silvio Perí, ofreció la otra placa conmemorativa en nombre del intendente. Siguieron otros oradores: por la Comisión Nacional de homenajes, por los estudiantes de comercio; la Srta. Justa Gallardo, por la Sociedad de Damas; y por la Comisión local, el Sr. Gómez. Finalizado el acto que formalizaba la imposición del nuevo nombre, el ingeniero director de los Talleres del Ferrocarril del Sud invitó al gobernador invitó al gobernador de la provincia y a su comitiva a visitar las instalaciones de la empresa.

Después de recorrer las dependencias ferroviarias, el gobernador y sus acompañantes fueron agasajados en el Centro Social General San Martín. Ofreció la demostración el presidente del club y habló la señora Elizalde por la Escuela Profesional de Mujeres de Lanús. Por último, el presidente de la Comisión Local de Homenajes agradeció la presencia del señor gobernador y demás representantes de los poderes públicos nacional, provincial y municipales, y de las instituciones adheridas a estos actos.

A las 20, la noche de Remedios de Escalada se engalanó con fuegos artificiales. A las 21,15 una transimisión especial dedicada a esta jornada se efectuó por la radiotelefonía desde la Capital Federal, en la sede del Club Social Presidente Sarmiento, para la cual intervinieron caracterizados vecinos, según alguna referencia recibida.

Así concluyó aquel histórico día para nuestro pueblo, que había adquirido su nombre propio en homenaje a la ilustre patricia.

Pero hay algo más: El centenario de la muerte de doña Remedios de Escalada cayó el primer viernes del mes, día de especial celebración al Sagrado Corazón de Jesucristo, en la iglesia. La imposición de su nombre a nuestro pueblo sucedió oficialmente el día de la Asunción de la Virgen, solemnidad importantísima de la fe popular.

Cuando el Obispo de La Plata, monseñor Francisco Alberti, dispuso, el 2 de febrero de 1924, la erección de la parroquia local bajo la advocación de la Virgen de los Remedios, cavilamos, sin esperar respuestas: ¿habrá leído el señor Obispo un signo de la voluntad de Dios para nuestro pueblo en nombre de la esposa del General San Martín, por las significativas circustancias que acompañaron en ese preciso tiempo su conmemoración?.

Detalles del nacimiento de los talleres

emedios de Escalada nació y adquirió fisionomía urbano- institucional alrededor de los edificios y del dinamismo de los talleres ferroviarios; un hito importante para el desarrollo en la zona.

Una crónica aparecida en el matutino “La Nación” del 11 de noviembre de 1901 reflejaba la marcha de las obras, perspectivas y avances tecnológicos que tendrían “Los Talleres de Banfield” y el material rodante:

(Nota: Entiéndase que los talleres eran conocidos como “Talleres de Banfield” ya que Escalada no existía entonces. Otra prueba de que en el año 2000 nuestro pueblo no cumplió 100 años como se quiso hacer creer)

Siguiendo un vasto plan de construcciones que arranca de la ampliación de la estación Consitución y termina en la obra monumental que significan los nuevos talleres de Banfield, la empresa de Ferrocarril del Sur realiza en estos momentos una serie de trabajos, que al par que atestiguan su prosperidad y la confianza que tiene el directorio de Londres en la prosperidad y el desarrollo de las riquezas de nuestro país, importan sin duda un adelanto y un timbre de honor para la república.

El plan consiste en ampliar, como se está haciendo, la estación del Sur, tomando el basto trecho que ocupan los actuales galpones de carga, que pasarán después a los que son hoy los talleres de Sola, yendo éstos a ubicarse en Banfield, dentro de todas las comodidades que puedan exigir construcciones de ese género.

Las personas que viajan por el ferrocarril habrán visto, poco antes de llegar a la estación Banfield, desfilar ante su vista enormes paredones, vastos talleres en embrión, máquinas de construcción que van y vienen deslizándose silenciosamente por las vías y todo un mundo de trabajadores, desde el ingeniero jefe hasta el peón que acarrea ladrillos entregado a la tarea de construir una gran obra, mientras las chimeneas que se coronan de humo surgen en lo alto como centinelas del progreso.

El pasajero que viaja por primera vez, se siente atraído por la construcción y se asoma por la ventanilla del coche, deseando abarcar la obra de una mirada.

Los talleres de Banfield se empezaron a construir hace dos años y si aún falta más de la mitad del tiempo transcurrido para terminarlos, ha sido por la demora empleada en la remisión de los materiales de Londres. Sin esta contingencia, ya estarían, si no concluidos, por lo menos en vías de terminarse, puesto que en los dos años que llevan de empezados, se habría podido trabajar más.

Está si duda de más decir lo que significa para Banfield la instalación en el partido de los nuevos talleres que, una vez habilitados, llevarán consigo una población que asciende las 10 000 personas.

A este respecto, nos decía hace días el representante de la empresa, Sr. Withe, que la especulación de la tierra ha entrado tanto en Banfield, que por terrenos que la compañía había adquirido al principio a no más de 80 centavos el metro, sus propietarios pretendían después hasta $ 4, exagerando por cierto su valor.

El área total de todos los talleres ocupa una extensión de 63 211,40 metros cuadrados y 60 000 el de los techados, habiéndose calculado en 600 00 libras el costo de la mano de obra, que representan más de $ 7 000 000 papel al tipo del día.

El plantel de los nuevos talleres será quince veces mayor que el que existe actualmente en la estación Sola, y para robustecer más el concepto de magnos que le hemos adjudicado, diremos que en la obra trabajan 1500 obreros y que se han utilizado hasta ahora 25 000 000 ladrillos y un total de techos y columnas de acero que pesan 5000 toneladas.

Los nuevos talleres de Sola tendrán un galpón de locomotoras con capacidad para 50 máquinas; salón para locomotoras y coches, con espacio para 54 coches-salones; fundición, que estará dotada de dos cúpulas para fundir hierro, hornos para secar y demás accesorios requeridos; taller para locomotora, maquinarias, etc, en cuyo edificio se instalarán todos los elementos para armas locomotoras, caldería, broncería, cobrería, ajustadores, herramientas, etc; casa de calderas, con ocho calderas tipo locomotora, que suministrarán la fuerza motriz a la usina del taller de máquinas y herrería.

Sigue luego la herrería, con instalaciones de fraguas para forjar elásticos, martillos a vapor, serruchos, tijeras, etc; administración con las oficinas del superintendente de tracción y talleres y personal superior; hornallas para llantas; taller de pintura para locomotoras, coches y vagones, en el cual habrá maquinarias destinadas a labrar madera y donde se repararán todos los vehículos de la empresa. Habrá después, comedor para obreros, aserradero, depósito para madera labrada, casa de calderas, comedor para empleados, almacenes generales, depósito para carbón, depósito para aceite, para vía permanente, para querosene, para madera de piso, para maderas finas y, finalmente, una completa instalación eléctrica.

Las vías auxiliares y desvíos tendrán una extensión de 35 kilómetros y para la tracción, de materiales de taller a taller, se instalará un servicio sistema Decauville.

El servicio de agua será hecho por cinco pozos semisurgentes que abastecerán de líquido a un número de tanques con capacidad para 1 000 000 de litros. Uno de ellos será de alta presión para 273 000 litros.

Como todo ha sido previsto, se colocarán hidrantes, de manera que puedan dominar todos los edificios en caso de incendio, además de dos grandes bombas destinadas al mismo objeto.

Y la instalación será hecha de modo que, en caso de incendio, pueda abarcarse todos los edificio o cualquier sección de ellos con el tanque de alta presión. En caso necesario, las tres máquinas motrices podrán bombear directamente a los caños maestros, asegurando así un servicio reforzado.

Ha preocupado también la atención de los ingenieros constructores de la obra, el servicio de cloacas, para mantener a la población dentro de un ambiente de estricta salubridad. Las aguas llovidas se llevarán al río por un conducto independiente.

Los operarios que tendrán colocación en los nuevos talleres no bajarán de 3000, sin contar los jefes y directores que serán muchos.

Se proyecto también construir viviendas para los trabajadores en terrenos de la empresa, viviendas sanas e higiénicas y dentro de lo posible no desprovistas de cierto confort, que condigan con la demás edificación, que sufrirá después algunos ensanches a medida que lo exijan los progresos del servicio.

Y como los talleres de Banfield están llamados a construir en sus alrededores una nueva población fecunda y floreciente, se construirá también un club social, una plaza para gimnasia y juegos atléticos que sirva de esparcimiento a los empleados. La obra es de una magnitud que se podrá apreciar debidamente cuando se encuentre terminada, pero desde ahora da una idea de su importancia.

Hoy, acercándonos a los 100 años, otras son las proyecciones sobre los casi inactivos talleres.

El rasgo característico de épocas pasadas en el lugar está reemplazado por el cada vez mayor terreno que va ganando la Universidad de Lanús, una institución que busca prestigio aunque no de la manera más correcta. Sólo quedarán para la nostalgia los distintos modelos de locomotoras y vagones que pasaron a repararse por sus galpones, el ya lejano y tempranero silbato llamando al trabajo a centenares de obreros, las anécdotas callejeras, familiares o en instituciones sobre “Los Talleres” y todo aquello que diera a Remedios de Escalada un perfil de identidad durante casi un siglo.

Historia de las huelgas en la localidad

En realidad, la historia de las huelgas en la localidad es la historia de las huelgas en los Talleres del Ferrocarril del Sud, actualmente Ferrocarril Roca.

En 1905 hubo una huelga en los Talleres del FCS en solidaridad con despedidos
Hubo huelga del 16/02/1906 al 10/04/1906, pues los obreros ferroviarios de Talleres reclamaron mejoras y la empresa rechazó el pedido de los obreros si no volvían al trabajo. Los obreros declararon que no volvían si no satisfacían todos sus pedidos. Recibieron la adhesión de los obreros de Sola. Los obreros pidieron un aumento de salarios por carestía de la vida. Es total la participación del gremio. La policía disolvió una reunión de obreros. La empresa amenazó a los obreros con hacerles perder la jubilación por huelga, como establecía la ley jubilatoria. Luego declaró fracasadas las negociaciones. La empresa declaró que acepta no tomar medidas contra los huelguistas y aumentarles el salario. Por mediación de Alfredo L. Palacios y Juan B. Justo ante el Ministro de Obras Públicas, éste se comprometió a entrevistar al Gerente del FCS para resolver el conflicto. Finalmente, el Gerente dijo que esperaba a los delegados obreros para solucionar el diferendo y el 10/04 se resolvió favorablemente para los huelguistas.
El 5/01/1912 se reunió en Talleres la Federación de obreros ferroviarios.
Del 6/01/1912 al 27/02/1912 hubo huelga de maquinistas y foguistas. El ministro de Obras Públicas solicitó que el Ejército preste ayuda a la policía, para reprimir la huelga. El presidente Dr. Roque Sáenz Peña, ordenó a la empresa que aceptara los reclamos obreros.
El 10/10/1917 se declaró una huelga por parte de los obreros de los Talleres del FCS. Se produjo una verdadera masacre de obreros por parte de las fuerzas armadas, mataron a veinte obreros e hirieron a buena cantidad de ellos
El 10/01/1919 se declaró una huelga general revolucionaria, por las muertes y asaltos a negocios de la que fue la “Semana Trágica”.

Historia de los talleres ferroviarios de Remedios de escalada

El que era conocido como “Ferrocarril del Sud” (actualmente Ferrocarril Roca) inició en 1882 el traslado de diversos talleres que poseía en Barracas al Sud (Barracas), a la estación Sola.

En 1875 había comenzado en esta estación la construcción de algunos talleres y almacenes y en 1882 se aprobaron las ampliaciones propuestas que sirvieron durante más de 15 años, pero ya se hacía absolutamente indispensable la construcción de nuevos y más modernos talleres.

Era imposible efectuar en Sola los ensanches para poder atender debidamente al aumento continuo en el número de locomotoras, coches y vagones, provocado por las nuevas extensiones, ni se disponía de terreno suficiente para ubicar los grandes depósitos de materiales y almacenes.

Hacía ya tiempo que el Gerente de la Empresa, señor F. W. Barrow, venía estudiando la idea de instalar nuevos y modernos talleres en un punto más propio, pues las operaciones del Ferrocarril del Sud tomaban cada día mayor incremento.

En las frecuentes visitas que efectuó a los talleres de Sola pudo notar que sus operaciones se realizaban en un estrecho círculo y en instalaciones completamente inadecuadas, que hasta cierto punto imposibilitaban la libre tarea de los mil y tantos operarios que allí trabajaban. Desde entonces se dedicó con toda su energía a procurar el medio de traslación conveniente.

Tomó como punto de mira el kilómetro 11 de la línea principal entre Lanús y Banfield, cuyos terrenos ofrecían notables ventajas para instalaciones de esa magnitud.

Efectuado el estudio por la oficina técnica de la Compañía, se entró en negociaciones con los propietarios de aquellos terrenos, Sres. Eliseo Ramírez y herederos de Bernardino Ramírez de Lafuente, y en el año 1897 fueron adquiridos por la Empresa 1.286.812 metros cuadrados de terreno, ubicados a ambos lados de las vías principales.

Enseguida se formuló un proyecto de vastas y modernas instalaciones, tomando en cuenta la marcha ascendente de la Empresa que cada día iba extendiendo sus líneas y aumentando su tren rodante.

En septiembre del año 1898 se envió a Londres el primer anteproyecto para los talleres generales, almacenes, depósitos, oficinas y demás instalaciones a construirse en los terrenos recién adquiridos.

Con fecha 19 de agosto de 1899 fueron presentados para su aprobación los planos y memoria descriptiva de las obras que la Empresa pensaba construir en sustitución de las que entonces existían en Sola.

En el proyecto general se hallaba incluida la construcción de dos vías principales adicionales al lado Oeste de las existentes desde el Kilómetro 9.250 hasta el Kilómetro 12.004, destinadas exclusivamente para trenes de pasajeros dejando las existentes para el recorrido de trenes de carga.

El 5/7/1899 se colocó la piedra fundamental del edificio.
Era común que se lo designara en los primeros años como los Talleres de Banfield, pues por uno de sus costados daba por la calle Presbítero José Severo Feliciano Malabia, o Malavia, que era el límite entre el partido Barracas al Sur, hoy Nicolás Avellaneda y Lomas de Zamora.
La obra comprendía talleres y almacenes, máquinas, fundición, pintura, aserradero, galpones para materiales, depósitos, herrería.
La mayoría del personal que trabajaba en Barracas, vivía en Buenos Aires y tenía que trasladarse al nuevo lugar de trabajo. Las autoridades del Ferrocarril del Sur pidieron autorización para construir un apeadero o parada, para uso exclusivo de su personal que consistía en una plataforma de 90 metros de largo por 10 metros de ancho, con un abrigo de 40 metros de largo. Esta plataforma se comunicaba con la entrada de los Talleres por medio de un puente sobre las vías.

El FCS había comprado tierras que fueron de Marcelino Galíndez y pasaron después a sus herederos Eliseo
Ramírez y sucesores de Bernardino Ramírez de La Fuente. Los talleres y el apeadero se inauguraron el 26/10/1901. Finalmente con mejoras, se hizo la estación como está a la fecha, que servía entonces para el personal como para los escasos pasajeros que podían requerir los servicios ferroviarios. Ello ocurrió en 1902, según Ulises Marcelo Méndez, en abril y, según Carlos Wilson, el 16 de agosto. Apoyamos esta última fecha, por ser coincidente con la indicada como real por Mauricio Parada en un artículo que publicó en su periódico “La idea”, en septiembre de 1940.
A fines de facilitar vivienda a sus empleados que venían de Capital Federal se construyeron casas en el lado este de los talleres que fueron inauguradas en 1908. Para personal de locomotoras de primera clase para familias 4 habitaciones; según clase para familias 3 habitaciones; para tercera clase, familia 2 habitaciones; para personal de tracción, para hombres solos, 1 habitación. También se formó un club y una plaza de recreo para el descanso y entretenimiento de los empleados.

El 26 de octubre de 1901, fue librado al servicio público la cuádruple vía construida entre las estaciones Lanús y Banfield.

El 15 de octubre de 1902 la Empresa presentó un juego de planos parciales, dando amplios detalles de todos los edificios a construirse para los nuevos talleres, almacenes, etc.

Aparte del proyecto presentado por la Empresa para la construcción de los nuevos talleres de Banfield, la Compañía presentó por separado el 2 de julio de 1900 un escrito solicitando permiso para construir las siguientes casas y viviendas para empleados y obreros:

  • Casas para los Jefes de Tracción y Talleres y Almacenes.
  • Una casa para el auxiliar del Jefe de Tracción y Talleres.
  • Dos casas para los encargados de los Talleres.
  • Dos casas para los Inspectores de Locomotoras.

Una colonia para obreros compuesta de:

10 casas de primera clase.
10 casas de segunda clase.
32 casas de tercera clase.

Las casas, divididas en tres categorías, se destinaban a ser alquiladas a los maquinistas, fogoneros, limpiadores y demás personal del departamento de tracción.

El alquiler mensual se fijó en 30 pesos (Moneda Nacional), para las de primera categoría; 20 pesos para las de segunda categoría y 16 pesos para las casas con dos piezas y cocina.

La autorización para construir las casas arriba mencionadas fue concedida por resolución el 10 de agosto de 1900.

Reiteramos que para jefes se construyeron viviendas especiales.
La más conocida era el chalet que ocupó el ingeniero Saccaggio, que fue destinado a consultorio médico del policlínico ferroviario posteriormente, sobre las calles Yrigoyen y José Ingenieros. El ingeniero Saccaggio era jefe del departamento de mecánica, con rol importante para la empresa, por haber diseñado una locomotora especial, que reducía el gasto de combustible, y para probarlo se inauguró un viaje a Mar del Plata, cuando el ferrocarril estaba nacionalizado.
Además de los anteriores empleados del FCS, la empresa tomó otros de la zona o de lugares vecinos. El apeadero tomó el nombre de Talleres y, por extensión, el pueblo que se iba construyendo al este fue llamado de la misma forma. La base de la población eran los empleados y obreros de la empresa, es decir una población predominantemente proletaria. Sin perjuicios de aquellos pocos viejos vecinos que citamos.

Cronología de algunos hechos

  • Los planos para las casas de los empleados fueron aprobados por decreto el 14 de septiembre de 1899.
  • 1 de diciembre de 1908: Instalaciones terminales para tráfico local en la Estación Talleres.
  • Junio de 1909: Extensión de los Talleres.
  • 3 de octubre de 1909: Inauguración del puente carretero de Escalada (Actual puente de Escalada Este).

Bibliografía:

“Historia del Ferrocarril del Sud” de William Roginal.

“Nueva Historia de Lanús” de José Levitán.

Historia del Pueblo de Remedios de Escalada

LA HISTORIA DE TALLERES

(REMEDIOS DE ESCALADA)

Introducción:

    En los últimos años del siglo XIX, se concreta la base principal de este poblado. En efecto, en 1897 la empresa del entonces Ferrocarril del Sur adquiere una gran fracción de tierras, que destina a construir una estación y una planta de talleres para la reparación de máquinas y vagones que circulaban por sus vías, todo lo cual fue inaugurado en el año 1901. Las tierras de esta zona pertenecían en parte a los partidos de Avellaneda y Lomas de Zamora, las cuales pertenecen hoy al Partido de Lanús.

    Esta estación, primitivamente, se llamó “Talleres”, precisamente porque estaba ubicada en los citados establecimientos. Para el personal que trabajaba en dichos talleres, la empresa hizo edificar viviendas e instaló un club.

    Esto contribuyó para que en su entorno fuera formándose un núcleo de población urbana en la localidad, que en 1923 pasa a denominarse Remedios de Escalada al igual que la estación ferroviaria. En la actualidad es un gran e importante centro urbano.

DIVISIÓN DE TERRENOS

    A través de la ordenanza Nro 12/48 el consejo deliberante fijó los límites de los cuarteles(nombre de zonas).  El artículo Nro 1 rezaba: “Fíjese el límite de los cuarteles que componen el Partido de Cuatro de Junio(nombre con el cual era conocido el ahora Partido de Lanús) de la siguiente forma:” y menciona uno a uno los cuarteles, que se conformaban por un grupo de villas.

Lo que ahora es Escalada Oeste en ese momento se le asignó el número 7 de cuartel y se lo denominó “Remedios de Escalada” que estaba compuesto por las villas General San Martín, General Balcarce, 1ro de Mayo y Edén Argentino. Los límites eran las siguientes calles de las cuales gran parte se conserva el nombre en la actualidad: Pavón Oeste, Ingenieros, Alem, Uriarte, General Hornos, Enrique Fernández(Perú), Yerbal(Av. Rosales), Olegario Andrade hasta Pavón.

Y lo actualmente es Escalada Este estaba bajo el número de cuartel 8 y con el nombre de Los Talleres(villas De La Colonia, Mauricio e Independencia). Los límites eran las siguientes calles: Oncativo, General Arias, Villa Luján, Berón de Astrada, Centenario Uruguayo, Alzaga Mendez, General Arias, Charroarín, Bernal, Coronel Lynch, Roma, Cotagaita, Aconcagua, Malabia, Alem, Ingenieros, Av. Pavón, Planes, San Juan hasta Oncativo.

El artículo Nro 2 de esta ordenanza concluía: “Comuníquese, etc. Sala de sesiones, 2 de julio de 1948.”

Fdo. Miguel Quintana    Fdo. Rufino T. Ponzanetti
Secretario del H.L.D     Presidente del H.L.D

Firmado por:

Antonio Abad Bernardo Gago
Secretario de Gobierno y Hacienda Intendente municipal

LOS PRIMEROS HABITANTES

Entre los primeros habitantes de Talleres se cuentan: Juan Maquelo, nacido en 1869, quien entró a trabajar en la municipalidad de Lomas de Zamora como capataz, pero en 1894 renunció al empleo y con otro convecino, Domingo Bordoli formó una tropa de carretas formadas por bueyes. En 1900 quedó como único dueño de esa empresa, que se mantuvo hasta 1910. Al pavimentarse el Camino Real o Calle Oscura, luego Av. Pavón y hoy Av. Presidente Hipólito Yrigoyen, con su continuación Av. Martín Rodriguez en el sector de Lomas de Zamora, que unía Barracas al Sud, hoy Avellaneda, a Lomas de Zamora, el negocio de hacer fletes no era rendidor y se deshizo del mismo e ingresó otra vez en la municipalidad de Lomas de Zamora, llegando a ocupar el cargo de Inspector, hasta que, en 1936 tuvo un accidente al rodar el caballo que montaba y debió abandonar su empleo, por lo que percibió una pensión vitalicia por invalidez.

    José Migliarini, nació en Italia en 1861; vino a nuestro país en 1883, y se radicó en el pueblo en 1885, tras casarse con María Rolandi, dedicándose a la fabricación de ladrillos en campos de la zona, de Lomas de Zamora y Adrogue. En 1900 se radicó definitivamente en el pueblo, siempre con horno de ladrillo, en el que trabajó hasta los 79 años.

     Domingo Bordoli, también nacido en Italia el 10/09/1848 llegó a Buenos Aires en noviembre de 1867; 4 años después hizo venir de Italia a Catalina  Rava, con quien contrajo nupcias el 23/04/1883. En 1885 arrendó campos de José Faloe, en el linde oeste de Lomas de Zamora, para explotar un tambo y hacer labores de flete con carreta y bueyes, que más tarde explotó en sociedad con su convecino Juan Maquelo, y, en 1900 vendió su parte a éste.
Después Bordoli compró la propiedad de Lisandro Méndez y siguió la explotación de un tambo, a cuyo efecto arrendó los terrenos no edificados existentes al oeste del Boulevard Coronel Eduardo Rosales, hasta Av. La Plata, después Príncipe de Gales, hoy Marco Avellaneda. Falleció Bordoli con residencia en la zona durante 69 años, a los 88 de edad.

   Marcelino Galíndez desde 1802 ya vivía en el pago, cuando éste era parte del de Quilmes. Había sido alcalde de la Santa Hermandad, cuya funciones eran de juez para reprimir los delitos que se cometían en la campaña -no en la ciudad- y por excesos cometidos contra mujeres, de violación o vejámenes, que eran muy frecuentes entonces.
La designación era anual. En 1803, el virrey del Río de la Plata, que lo era entonces Juaquín del Pino, sobrino de Bernardino Rivadavia, autorizó a Galíndez a establecer un estanco; designación que lo autorizaba a tener almacén de ramos generales, cuyas mercaderías debían venderse a determinados precios con prohibición de que otros pudieran hacerlo. De manera que Galíndez pasó a ser el primer comerciante de la zona, establecido en la calle Honda o Camino Real, hoy Av. Hipólito Yrigoyen, fente a la actual estación.
Evidentemente, esos vecinos más otros que podía haber en la zona no podían constituir un pueblo homogéneo, compacto.
Recién se formó con el establecimiento de los Talleres del Ferrocarril del Sud cuando se trasladó de los alrededores de la estación Sola, de Barracas, Capital Federal, a estos lares, entre los kilómetros 11 y 12, entre Lanús y Banfield.

    Las primeras familias que formaron el núcleo oficial de Talleres las daremos a continuación. Pero sacamos de la nómina a familias llegadas en 1914, como la del doctor Arturo Melo (Padre) y algunos de fechas posteriores aún. Las exclusiones que hacemos no llevan fines caprichosos y para demostrarlo tomamos el ejemplo del doctor Arturo Melo que ha sido médico de todo el pueblo, que siempre lo ha querido y respetado. El cura párroco de la iglesia de Azara 3080, que se inauguró como capilla provisoria el 24/02/1924 por Rómulo Di Giorno, quien no pudo ser fundaror del pueblo, ya que vino a la zona para hacerce cargo de sus funciones, poco tiempo antes de la inauguración de la parroquia.   De manera que quien sostiene lo contrario incurre en error. De ese párroco se guardan gratos recuerdos por cuanto frente a la iglesia -en la calle- pasaba pelìculas de cine que los chicos de entonces veían con gran entusiasmo. Realmente era un espectáculo artístico de gran calidad. Hasta entonces pocos de los niños habían ido al cine.

Entre los primeros habitantes de Talleres citamos a Pablo Comelli, Juan M. Perinetti, Luis Bartellini, Pedro Cattenazi, José Orueta, Luis Antonio Máspero, su hermano Eugenio Máspero, Fabio Damonte, Nicolás Ristaino, Miguel Savino, Juan Alberto Pyke, Enrique Ermioni, Domingo Milone, Patricio Murphi, Emilio Calvo, Benjamín Levitán, Erman Wainer, Mauricio Parada, Pedro Santandrea, Carlos Pedro Cabrera, Abraham Marcus, Isaac Schefer, Pedro Rascován, José Fischer, Manuel Smud, Abraham Kiselgof, Rafael Kogan, Jacobo Pogorelsky, Julio Cosen, Juan Lértola, Lorenzo Lainati, Heráclito Moreno, David Trajtemberg, Jaime Berger, Máximo Gendler, Adolfo Berretti, Julio R. Artola, León Medoy, David Kravetz, Jacobo Vainberg, Pascual Distasi, José Pastorini, Benacio Minondo, Domingo Comelli, José F. Frías, Luis Mandarino, Francisco Mandarino, Pedro Garayburu, Antonio Tramonti, Enrique Ricelli, Martín Demaría, Enrique Pike, Hugo Orsatti, y otros.

Tal vez extrañe la inclusión entre los fundadores de Talleres de muchas familias de origen judío. Es que había una colonia bastante numerosa para la época 1900/1910.
Por simple omisión involuntaria no son citados los otros hijos vecinos de talleres cuando se refieren a los fundadores. Queremos enmendar esa desinformación. Había para la época antedicha más de 60 familias de origen judío y se calculaba la población de 200 a 300 almas. La mayor parte eran obreros o empleados del FCS. Algunos eran pequeños comerciantes, otros artesanos (talabarteros, lustradores de muebles). Todos dedicados a trabajos honrados, como los demás vecinos.
Colaboraban en distintas asociaciones de trabajo, sociedades de socorro mutuo, cooperativas, entidades deportivas y culturales. No vivían enclaustrados en sus colonias.

    Basta leer los nombres de los fundadores de esas instituciones, en que aparecen varios de la comunidad judía. La población judía de Talleres, en la primera década del siglo, era más numerosa que la de Lanús.

LAS PRIMERAS CONGREGACIONES RELIGIOSAS

    Las primera congregación religiosa fue formada por los miembros de la colectividad inglesa, principalmente, quienes construyeron un Templo Prebisteriano muy modesto, de chapas y madera, sobre la Av. Pavón en terrenos del ferrocarril, frente al 5900 de esa avenida. Después anexo, funcionaba un grupo de Masonería, que luego se trasladó a la calle Colombres de Lomas de Zamora.

    Los israelitas fundaron su primera congregación religiosa, en 1910; de inmediato anexaron una escuela y luego una biblioteca. Como no tenían un inmueble propio para funcionar, debieron recurrir casas particulares, de los mismos fundadores, a cuyo efecto alquilaron una finca en la calle pedro Sala, después Correa y después Luis A. Máspero y otras dos de la calle Manuel Castro, aunque finalmente compraron el edificio de Manuel Castro 3172.

    Otra congregación fue formada por la iglesia católica apostólica romana formando una parroquia provisoria que se fundó en el año 1924 sobre la calle Azara 1078, luego Martín S. Fernándes y hoy Ucrania, entre Pastor Ferreyra y Andrés Marraspín; luego esa parroquia provisoria se trasladó al Boulevard Rosales 1042.
En donde estuvo la parroquia provirosia, de Azara 1078, se instaló el cine “Vértiz”, luego 9 de Julio.

PERSONAS MÁS RELEVANTES DEL PUEBLO

   Pretendemos que una de ellas, fue el doctor Arturo Melo, llegado al pueblo el 8/05/1914. En cuanto a esta fecha, la damos por cierta según cartas remitidas al periódico “La idea” por el periodista Ulises Marcelo Méndez, uno de los estudiosos del pueblo. El doctor Melo había nacido en Paraná en 1874, en hogar modesto. Ya en las vacaciones del colegio primario debió trabajar para ayudar al sostenimiento de su familia. Cursó estudios secundarios en el profesorado de Paraná, donde se graduó de Profesor Normal. Siguió estudios en la Universidad de Córdoba, donde se graduó de médico y cirujano. Los estudios secundarios y universitarios se los costeó con su trabajo, ayudando además, a su familia. En el mismo año de llegado al pueblo fundó con otros vecinos, la Cooperativa Internacional y la biblioteca de la misma. En las huelgas ferroviarias de 1917, constituyó en su domicilio, donde vivía con su familia, en la actual Av. Hipólito Yrigoyen 6169, un verdadero hospital de sangre, donde atendía a los obreros ferroviarios heridos. En 1919, con otros vecinos, fundó la Biblioteca Alberdi.
En Remedios de Escalada Este, con ayuda de vecinos, fundó en 1930 una sala de auxilios públicos, que abrió sus puertas en 1931, en la que fue designado director, y que después se transformó en el Hospital Vecinal que finalmente lleva su nombre.
siendo senador provincial de 1932-1934 presentó, entro otros, una prohibición del ejercicio de la prostitución. Fue el médico del pueblo de Talleres. Falleción pobre, como vino a la zona, el 20/08/1944 en la finca de Enrique del Valle  Iberlucea 6282, que el pueblo le había regalado 2 años antes.

   Otras de las conspicuas personas del lugar fue Luis Antonio Máspero. Italiano de origen, nacido el   21/06/1880. Llegó a Buenos Aires a los 3 años de edad. Contrajo nupcias con Noemí Baila; llegó a Talleres en 1906 y comenzó la contrucción de una casa para su vivienda familiar en Av. Yrigoyen 6081, entre Beltrán y Di Giorno.
Venía de la Capital Federal, donde había tenido un negocio de sombreros en Luis Sáenz Peña y Brasil y luego buscando nuevos horizontes se asoció con Juan Clapier para explotar una fábrica de sombreros en la calle Solís entre Brasil y El Progreso, hoy Pedro Echagüe, siempre de la Ciudad de Buenos Aires. Como su socio quiso retirarse de la sociedad para retirarse a su país de origen, Italia, construyón un galpón para instalar una fábrica de sombreros en la Av. Yrigoyen al 5800, entre las calles Pedro Sala, después Correa y ahora Luis A. Máspero, y Tte Gral. Donato Álvarez, hoy Raúl Escalabrini Ortíz, Talleres, donde ya estaba radicado desde años antes con su familia.
Esta fábrica fue el primer establecimiento industrial del pueblo; con salida por la calle Centenario, después Enrique del Valle Iberlucea. Ello fue en el año 1911. Tenía para su fábrica una camioneta y, cuando entre su personal o entre los vecinos se producía algún accidente, se recurría a don Luis A. Máspero en procura de solidaridad para transportar al accidentado a los hospitales Luisa C. de Gandulfo, de Lomas de Zamora o Pedro Fiorito, de Avellaneda.
Esa circustancia motivó en máspero la idea de resolver en el menor tiempo posible la inmediata solución del problema. Y vio que el mejor camino era comprar una ambulancia y un botiquín de primeros auxilios. Todos los vecinos consultados al respecto se mostraron confiados en emprender ese generoso y humanitario objetivo. El señor Máspero no se arrebró ante el desaliento de los demás. Con su empuje y entusiamo llamó en 1919 a los vecinos para pedir una contribución económica, que resultó un éxito. Se pudo comprar la ambulancia y el botiquín, y se resolvió dejar ambos en la subcomisaría vecina, y así se hizo. Prestó Máspero su casa familiar para la instalación de la Sala de Asistencia Pública sin percibir alquiler alguno, y se fue a vivir él con su familia a un chalet de Vidal 146, pagando alquiler a su propietario. A cabo de un tiempo, trasladó su domicilio familiar a los altos del bar existente entonces en la esquina de la Av. Yrigoyen y Cnel. Fay Luis Beltrán. Prestó asimismo su galpón para guardar la ambulancia.
En ese último domicilio familiar, lo sorprendió la muerte el 5/01/1925 a los 44 años de edad. La infausta nueva, enlutó no sólo a su familia, sino a todo el vecindario que conoció su altruismo.
Después se resolvió dar su nombre a la Asistencia Pública y a colocar su estatua en ella. Posteriormente la municipalidad cambió el nombre de la calle en que estaba establecida la Sala, por el nombre de su fundador, después, se amplió la Sala y se estableció un hospital llamando a la obra creada Institución Asistencial y Hospital de Niños. Nombre que ya no responde a la realidad.
Naturalmente esa obra fue producto de la colaboración de muchos vecinos e instituciones de Talleres.
Comenzó a funcionar en el edificio de Av. Yrigoyen 6081, propiedad del mismo Máspero. Se designo director al doctor Arturo Melo, ad honorem. Luego se compró un lote; Pedro J. Galíndez donó otro; después donó otros dos en nombre de sus hijas, y, finalmente se compró otro lote, quedando la Sala de Auxilios sobre la calle Correa, hoy Luis A. Máspero 75. Los donantes Galíndez descienden del primitivo Marcelino Galíndez.

    Un hijo del señor Máspero, Alberto, nació en el pueblo donde vive aún, siendo un vecino caracterizado por su corrección, y, en su momento, fue un destacado jugador de fútbol que hizo brillante carrera en las filas del Club Atlético Talleres, pasando luego, al Racing Club.

 

LOS PRIMEROS PROFESIONALES

El primer abogado

Eugenio Máspero, llegado a Talleres en 1909, de la Capital Ferderal, era contador público y abogada aunque no ejerció en el pueblo su profesión, sino en la Capital Federal, donde era Jefe de Rentas de la Municipalidad. En la incipiente población no tenía perspectivas un estudio jurídico, sobre todo si tenía obligación de educar a sus siete hijos.
Se había casado con Angela Rosa Mariani. Falleció en Remedios de Escalada el 12/10/1929, a los 51 años de edad.
Hasta varias décadas después no tuvo Talleres otros abogados.

Los primeros médicos

El primer médico de la zona fue el Dr. Arturo Melo, quien ejerció su profesión en ella durante treinta años. Ya hicimos su semblanza con anterioridad. Acotemos que no se limitaba a ejercer su profesión en el radio céntrico de Talleres; sino que atendía enfermos de la periferia e incluso de Lanús, a pesar de la falta de caminos y de transportes al principio. Posteriormente se hacía conducir por el cochero Manolo Medina, y luego por Ruffo.
El segundo médico fue el Dr. Carlos M. García, quien vino a Talleres después que lo hiciera el anterior. Primitivamente viajaba en coche tirado a caballo.

Los primeros odontólogos

El primero en instalarse en Talleres fue José F. Gandolfo; luego lo hizo su hijo Alberto Gandolfo, ambos con consultorio sobre la Av. Hipólito Yrigoyen al 6000.

El primer escribano

Carlos Pedro Cabrera, también uno de los fundadores, pues cino a establecerse en el pueblo en 1908, es el primer escribano que tuvo el pueblo.
Se recibió de escribano universitario el 3 de agosto de 1915, viviendo en su finca de Manuel Castro y Marraspín, que había construido en 1908. Obtuvo registro de contratos públicos ejerciendo su profesión siempre en su domicilio. Nació el 23/10/1878 y falleció el 29/11/1935.

 

PERSONAJES LEGENDARIOS

Los recuerda en páginas henchidas de emoción Ulises Marcelo (Cacho) Méndez. Hubo un kiosco desde 1913 en la Av. Yrigoyen entrando al camino que conducía a la estación del Ferrocarril, hoy calle Luis Caputo. Era su propietario primigenio Moisés Knorman, padrastro de Jacobo Vainberg. A raíz de un accidente el padrastro falleció el 28/10/1924; Don Jacobo, que había nacido en 1910 o 1911 se había convertido en propietario del kiosco por acuerdo de los familiares del padrastro quien siendo viudo, se había casado con su madre, también viuda. Ambas familias eran de gran honestidad. Desde 1924 al 8/04/1966 Don Jacobo venía trabajando ese kiosco. En ese día 8 de abril, un automóvil tuvo un accidente frente al antiguo kiosco y le produjo un corto circuito, indenciándolo. Es lo que narra con mucha emoción Cacho Méndez, en sus notas sobre la historia de Talleres, inéditas, pero que merecerían su publicación en libro. Hace unos doce años murió el viejo kiosquero.
Otro personaje legendario era Canizzo, el manisero de Remedios de Escalada. Su parada era la vereda del Ideal Cine, allí vendía maníes a la gente, o en las calles aledañas, con el singular carrito en forma de locomotora, la estridente bocina y el caballo envejecido. Este personaje era en verdad un símbolo del ayer, que entonces era hoy, que ya se está extinguiendo en nuestro pueblo, con sus leyendas fileteadas en ambos costados y en la parte trasera, con sabor picaresco muchas veces y el voceo insistente “resaca y tierra negra, señora, para las plantas”. Que terminaba en muchas ocasiones en la fonda de José Partorini, “El siempre vive”.
Y para recordar un legendario café, que mejor invocación que la hecha por Cacho, de Av Hipólito Yrigoyen y Cnel. Fray Luis Beltrán, cuando desfilaban por él León Zubizarreta, el uruguayo, gran gambeteador en las canchas, el pintón de Hugo Lamanna, el elegante y bien vestido Francisco Angeletti que en las canchas lucía su estampa varonil, y el atildado Alberto Máspero y José Salomón que daba leña éste en su rodeo o en rodeo ajeno. Y qué decir de la figura estelar del gran Luis Angel Bossio, la verdadera maravilla elástica.
Todas estas estampas de Cacho Méndez, debieran ser llevadas a la imprenta, para que el recuerdo del viejo periodista quede en un libro. Aunque debe agregarse a la lista la figura del rubio Carlos Wilson, quien fuera el capitán del equipo de Talleres cuando ascendió a la primera división y que durante varios años, hacía pareja con Alberto Máspero.

 

EL CAMBIO DE NOMBRE DEL PUEBLO

Talleres o Los Talleres era el nombre de la parada que se había hecho para facilitar el acceso del personal que concurría a trabajar desde Plaza Constitución, Barracas al Sud, Lanús, Banfield o Lomas de Zamora, sin excluir alguna otra estación más lejana. Lo cierto es que el pueblo se desarrolló alrededor de la empresa del Ferrocarril del Sud.
El nombre de la parada o estación, de 1902, se extendía a todo el pueblo, que se iba formando paulatinamente. Es claro que ese nombre “Talleres” o “Los Talleres” no podía molestar a quienes eran trabajadores de esa empresa, obreros o empleados. Sin embargo en la década del XX se producen pujas entre los intereses políticos de Lomas de Zamora y los de Avellaneda. Pues el pueblo estaba dividido en dos sectores distintos correspondientes a uno y otro municipio (Lanús aún no había obtenido la autonomía).

Don Alberto Barceló -caudillo máximo de Avellaneda- pretendía imponer su nombre al pueblo. Dos hermanos mayores suyos habían fundado Villas en el municipio de Avellaneda, en zonas que correspondían al pueblo de Lanús: Villa Obrera y Villa Barceló. Uno de esos hermanos, Emilio, daba su nombre a una calle (despuès Manuel Ocampo). Políticos de Lomas de Zamora se oponían a ello. Los caudillos Castro también tenían su preponderancia, aunque sin empalidecer el “arrastre” político del caudillo de Avellaneda. A ello se agregaba que un sector católico del pueblo de Talleres veía con buenos ojos el cambio de nombre por el de Remedios de Escalada, invocando a la circustancia que en la vecina Ezeiza estaba entronizada la Virgen de los Remedios. Y a ese conjunto de contradicciones se sumaba que sectores de pequeños comerciantes y pequeños industriales preferían para el pueblo un nombre más aristocratizante, que no se confundiera tan evidentemente, con la clase obrera.

En esa puja tan sin principios surgieron trece nombres. Unos más descabellados que otros. El historiador de la zona Señor Carlos Alberto Corna señala con agudeza en una nota escrita para el Periódico La Idea(números del 19/4, 3/5, 17/5 y 6/7 del año 1985), que “el nombre de Talleres no satisfacía al vecindario. Resultaba demasiado obvio y tremendamente opaco. El lugar de trabajo de la mayoría de la población activa no representaba todo en la vida de la gente”.

Uno de los primeros nombres propuestos fue el de “John M. Eddy”, gerente de la empresa en su homenaje, considerándolo como benefactor del pueblo. Nosotros no coincidimos con esa posición. Ofreció tierras de la empresa para el Club Talleres, si cambiaba el nombre por el de FCS, lo que no fue aceptado por dicho club; e hizo en sus terrenos cancha de criquete, croquet, rugby y bochas, (que eran de color negro y aplastadas), deportes a que eran afectos los ingleses; construyó viviendas para su personal, perfectamente escalafonadas, todo lo cual facilitaba el mejor desarrollo de la empresa. Aclaramos que se autorizó a la empresa a construir las viviendas mencionadas en “La Historia de Remedios de Escalada”, este grupo de viviendas conocido como “Las Colonias” es monumento histórico a nivel local y provincial.
Dijo Mauricio Parada, fundador del periódico “La Idea” de Remedios de Escalada, en su XXV aniversario: “No olvidemos que el FCS exeptuando la instalación de los talleres, acto que consultó sus conveniencias, nada hizo por nuestro progreso…”.
Tampoco debemos olvidar que el Sr. Eddy fue subgerente del FCS desde 1915 a 1917; gerente interino desde 1917 a 1919; administrador general desde 1919 a 1930 y luego Director del FCS con sede en Londres, con cargo de pasar una temporada en Argentina cada año. Es decir, que es responsable de las masacres sufridas por los obreros en las huelgas de 1917 y 1919. El autor del libro Historia del FCS, dice: “Las huelgas se debían al aumento del costo de vida, que era extraordinario”.
La opinión citada precedentemente no puede ser refutada.

Otros nombres eran “Presidente Sarmiento”, “Guido Spano”, “Alcalde Grigera”, “Namuncurá”, “Vasco Núñez de Balboa”, “Maquinista Gallini”, “Jorge Newbery”, “Teniente Matienzo”, “Luis M. Drago”, “Almirante O’Connor”, “Coronel Julio Figueroa” e “Ing. Valentín Virasoro”.
Finalmente se resuelve hace un plebiscito entre la población, optando por Alcalde Grigera, Namuncurá y Vasco Núñez de Balboa. Emitieron su voto 1392 vecinos de los cuales votaron 826 por Balboa, 493 por Grigera y 72 por Namuncurá. Un sector apoyaba el nombre de John M. Eddy: era la Liga Defensa de Talleres. Otro al triunfante, Balboa: era la Liga Vecinal. Llevado el caso a instancia superior, que era el Ministro de Obras Públicas de la Nación Dr. Eufrasio S. Loza, para derimir el caso, el Ministro resolvió imponer el nombre de…Remedios de Escalada.
No creemos que la localidad anterior a la instalación de la empresa del FCS se llamara “Villa Galíndez” sencillamente porque entonces no existía pueblo. Y dejamos constancia de ello, porque hay quienes sostienen lo contrario.

 

EL REGISTRO CIVIL

En Remedios de Escalada tuvo asiento el Registro Civil correspondiente a Lomas de Zamora, a partir del 19/12/1908, instalándose en la Av. Martín Rodríguez, (continuación de la Av. Hipólito Yrigoyen, en el municipio de Lomas de Zamora), en el Nro 2530, de donde pasó a Villegas 184. Su primer jefe fue Eduardo Giappone. La oficina enroladora comenzó a funcionar en 1927. El Jefe, fue reemplazado el 8/12/1914 por Mariano F. Barrere; el 7/12/1917 volvió a ser jefe Eduardo Giappone que el 20/06/1931 fue reemplazado por Francisco Victorino Echagüe hasta que en enero de 1934 fue reemplazado por Enrique L. Castrés y el 29/07/1939 lo reemplazó Emilio Santamaría. Arigo Fenucci era ayudante principal desde 1934; y José T. Urel era ayudante mayor desde 1930. Los datos se computan a 1940. En Remedios de Escalada sector Avellaneda no hubo Registro Civil; pues funciobana desde 1910 en Lanús.

 

EL CORREO

La primera oficina de correos se instaló en Av. Yrigoyen al 6000, en 1908, siendo su Jefa la Sra. Simone de Villa y luego pasó a Manuel Castro y Sarratea. En 1923 se inauguró el Telégrafo y pasó la Oficina a Coronel Fray Luis Beltrán y Enrique Del Valle Iberlucea. En 1925 pasó a Enrique del Valle Iberlucea 6178; el primer cartero fue Vallini Berrocal, que usaba ropa gris y gorro.

 

LA POLICÍA

Desde 1917 existió, en la calle San Martín 1065, entre Pastor Ferreyra y Andrés Marraspín, un Destacamento de Policía que luego se trasladó a la calle Lisandro Méndez, esquina Azara, después Martín S. Fernández, ahora Ucrania. Ello en el sector Lomas de Zamora. En el sector Avellaneda se instaló un Destacamento en 1912, en Arrascaete (Di Giorno) y Centenario(Enrique del Valle Iberlucea), que luego pasó a Emilio Mitre (Cnel. Fray Luis Beltrán) y Centenario en 1925; de donde pasó a Correa (Luis A. Máspero) y Enrique del Valle Iberlucea en el año 1984.

 

LAS INSTITUCIONES DEL PUEBLO

El 1/06/1896 se fundó el Club Talleres, con el nombre de Talleres United, cuyo primer presidente fue Diego Nougués, con la finalidad principal de la práctica del fútbol, y fue su primera sede la manzana de tierra circundada por las calles Azara (Martín Fernández), (hoy Ucrania) Lisandro Méndez, Machado y San Martín. Compró el Club la casilla necesario al Sr. Angel Lainati. Luego se cambió su sede, yendo a ocupar dos manzanas en Boulevard Rosales, Timote, Gaboto y Manuel Castro.
En 1930 se comenzó a desarrollar el basquetbol y, con el tiempo se organizaron todo tipo de deportes y de gimnasia, y constituye hoy un verdadero club deportivo y social con la mayor cantidad de socios comparando con las demás instituciones de nuestra ciudad.

 

LA CONEXIÓN DE GAS Y EL ALUMBRADO PÚBLICO

El gas se instaló en 1902, pues se extendía la cañería de Gerli a Lomas de Zamora, beneficiándose en consecuencia Talleres por su ubicación -paso obligado-. Con ese fluido se instaló el alumbrado público, que funcionaba con un farolero que prendía los mecheros al atardecer. Entre 1912/1914 se instalaron focos eléctricos, que poco a poco se extendieron a todo el vecindario de la zona céntrica. En 1914, muchos obreros comenzaron a abrir zanjas para instalas cañerías de agua corriente.

 

TELÉFONOS, TRANVÍAS, ÓMNIBUS. PRIMEROS VENDEDORES AMBULANTES

Poco después de 1925, se instaló la red telefónica en Talleres.
En 1908 comenzaron a correr tranvías por la Av. Hipólito Yrigoyen aún sin pavimentar. Ya pavimentada, comenzaron a circular líneas de omnibus, que se extendieron después a toda el área.
El primer hielero y repartidor de soda de Talleres fue Leonardo Laurito, que compraba el hielo en la fábrica que explotaba la empresa Quilmes, de la zona; podemos decir que en las dos primeras décadas del siglo no había mayormente heladeras eléctricas.

El primer vendedor ambulante de verduras en la zona fue Guarracino. Y el primer diarero Nicolás Ristaino

 

LOS PRIMEROS COMERCIOS  

Los primeros almacenes

Los primeros almacenes de Ramos Generales de Talleres fueron “Los Ingleses” de Presidente Justo José de Urquiza y Manuel Antonio de Acevedo; otro, sito en Coronel Federico Guillermo Rauch y Lituania; y otro llamado “El Obrero”, de Morando, según nota del diario La Unión, del 14/07/1991.
Otros almacenes antiguos existieron en Talleres Oeste, como ser “La Banderita” con una banderita en el techo, a su frente, cuyo dueño era Juan Draghi, sito en Cnel Pedro Timote 3800, esquina Primero de Mayo. Otro almacén era “Las 3 banderitas”, de Cnel Pedro Timote y Hernando de Magallanes 1309, ambas del año 1910. Y otro antiguo también es “La Borlasca”, de la calle Carlos Glade, hoy Ramón Franco.

Las panaderías

Entre las más antiguas se cuentan la de Andrés Domínguez de la Av. Yrigoyen, frente a la calle Luis Caputo, denominación actual del camino a la Estación de Remedios de Escalada y la “San Martín”, antes “San Vicente”, de Quirno Costa 1901, esquina Ramón Franco.

Las carnicerías

Ya formado el pueblo de Talleres entre las viejas carnicerías estaban la de Pedro Garayburu y la de Adolfo Berretti.

Las primeras fondas de comida

Entre las más antiguas del pueblo podemos citar “La Siempre Vive” de Arrascaete y Av. Pavón; “La Rinconada” de Av. Pavón y Cnel. Lugones; “El Lago di Como” de Juan de Garay, entre Enrique del Valle Iberlucea y Dr. Arturo Melo; la fonda de Av. Pavón al 6000, al lado del Cine Mundo Argentino, que pertenecía a los suegros de José Salomón, aquel recio jugador de fútbol, del que hablamos anteriormente.

Las primeras farmacias

Las primeras que se instalaron fueron la “Cabrejas” de Av. Pavón y Sarratea(hoy Ricardo Zárate); la “Escalada” de Av. Pavón y Juan De Garay; la “Italiana” de Av. Pavón y Arrascaete; luego en el mismo lugar se instaló la “Requena”.

 

PAVIMENTOS, PLAZAS, ETC

Las primeras calles pavimentadas

En 1923 se pavimentó la calle Rauch, siguiendo luego otras calles del sector de Lomas de Zamora. En 1931 se asfaltó el Boulevard Rosales, en el sector de Avellaneda, siguiendo luego las calles céntricas.

Los consultorios externos para ferroviarios

En la zona de la estación hacia el sud, la empresa  del FCS construyó un Hospital de consultorios externos, para el servicio de sus empleados.

Las primeras plazas del pueblo

Sore el sector oeste hay una plaza, Senador Manuel Castro, desde 1924; y sobre las tierras del FCS hacia la Av. Hipólito Yrigoyen se construyó la plaza Mariano Moreno que abarca la Av. Yrigoyen, Luis Caputo y Concejal Antonio Hugo Barragán.

 

LAS INSTITUCIONES CREADAS POR EL PUEBLO

En 1908 se creó La Fraternidad, Sociedad Gremial de Conductores de Locomotoras, que tiene Comisión Permanente de Reclamos y Comisión Directiva para intervenir en todos los conflictos gremiales. Su primer local se instaló en Talleres este, en Albariños entre Venta y Media (hoy Fray Mamerto Esquiú) y Gibraltar (hoy Juan B. Justo). En la huelga de 1912, muchos quedaron cesantes y otros obreros fueron encarcelados. La huelga se reprodujo en 1917 y mediante ella se consigue la reglamentación del trabajo y el escalafón. Inclusive, se suprimió la claúsula de la ley de jubilaciones que prescribía que al hacer huelga se perdía el derecho a la jubilación. Se crearon la Escuela Técnica Cultural y la Biblioteca, se impartieron cursos para jóvenes de ambos sexos, se formaron coros, teatros, se representaron óperas.
En 1921 se organizó la Unión Ferroviaria, con muchas dificultades pues había una fuerte delación por parte de los servicios de la empresa. En 1918 se instaló en Av. Pavón 5959.
El 3/12/1911 se fundó la sociedad de fomento “El Hogar Obrero” que propició la creación de una Biblioteca, que se fundó el 25/05/1913 y se instaló posteriormente en Azara, luego Martín S. Fernandez y hoy Ucrania 2958 y luego, en Boulevard Rosales esquina Pastor Ferreyra, con el nombre de Bartolomé Mitre. Luego se instaló en local propio, en Manuel Castro 2995 y Ramón Franco 96. La sociedad de Fomento, propende a elevar la cultura moral, intelectual y física, no sólo de sus asociados sino incluso del vecindario. Dicta cursos nocturnos gratuitos de labores, corte y confección, dibujo y pintura, dactiolografía, encuadernación y otros.
El 1/09/1912 se fundó el Club Social “Presidente Sarmiento” que subsiste aún en Boulevard Cnel. Rosales en 192.
En 1913 se fundó la Sociedad Italiana de Socorros Mutuos e Instrucción, que subsiste en Rosales 130, en local de su propiedad.
En 1914 se fundó la Cooperativa de Consumos “La Internacional”, cuyo primer presidente fue José Orueta.
El 10/03/1918 se fundó la Escuela Técnica “La Fraternidad” para ayudar a los aspirantes a conductores de locomotoras.
El 25/05/1919 se fundó el Centro Social Gral. San Martín, que subsiste con edificio propio en Juan de Garay 238.
El 14 de julio de 1919 se fundó la Cooperativa de Consumos y Créditos entre obreros y empleados del FCS, sección Talleres, que arrendó la panadería de Andrés Domínguez en Pte. Justo José de Urquiza 265 y finalmente compró la propiedad referida y dos lotes más de terreno, edificó en lotes propios una casa, una pileta y amplió su actividad vendiendo también artículos de almacén y sopapas.
En 1919 abrió sus puertas la Biblioteca Juan Bautista Alberdi, hoy con edificio propio en Cnel. Fray Luis Beltrán 70, que es sin duda alguna la más importante de todo el municipio por su organización, la cantidad de libros y de lectores que concurren a su sede. Tiene 24.000 libros, 4 empleados solos y 250 lectores defilan diariamente, un empleado acompañado, disponiendo de un fichero computarizado.
En 1924 se creó la Institución de los Boy Scouts Argentino, agrupación Gral. San Martín.
En 1927 se creó la Confraternidad Mutual, para el cuidado de la salud de sus asociados.
En 1930 se creó la Bilioteca Popular Juan B. Justo, patrocinada por el Centro Socialista de Remedios de Escalada Este.
En 1931 se fundó el Club Social y Deportivo “Progreso”, cuyos integrantes venían del extinguido Centro Cultural “Claudio D. Alas”, que después de tener distintas sedes, hoy ocupa el local de Melo 612, esquina Garay.
En 1936 se creó la Sociedad de Fomento de Remedios de Escalada Oeste con actual edificio propio en Don Orione 3251.
En 1937 se formó el Club Escalada, para la práctica del basquetbol y al mismo tiempo el club Villegas para la prática de fútbol. En 1942 se unieron ambos y formaron el Club Social Deportivo Unión Escalada Villegas, con su biblioteca “Mariano Moreno”, restaurant y confitería, sala de bar, pileta climatizada, baños y la prática de todo tipo de juego incluido el ajedrez y deportes, con sede propia en Villegas y José María Pena, hoy Dr. Eduardo Amadeo Lértora.
En 1940 se fundó el Club Social y Deportivo San Martín con sede propia en Andrés Marraspín 3540, que sostiene un colegio preescolar infantil, con todo tipo de juegos incluido el arenero y el tobogán y deportes.
En 1941 se fundó el Centro de Comerciantes, Industriales y propietarios de Remedios de Escalada con sede en Juan de Garay 85, de su propiedad.
En 1954 se fundó el Rotary Club de Remedios de Escalada Oeste, que ayuda a ciertas instituciones; como al Centro Regional de Sordera “Diana”, al cual le construyó y equipó con instalaciones adecuadas para su funcionamiento.
En 1955 se formó el Ateneo Cultural “Inquietud” con su Biblioteca Popular que hoy lleva el nombre de su fundador Dr. Eusebio Barriocanal con sede en Deheza 3268, Remedios de Escalada Este, de la que es digno secretario el Sr. Enrique Juan Noé.
El 8/05/1965 se fundó el Club de Leones de Remedios de Escalada Oeste que ayuda a instituciones locales, como ser la sala Luis A. Máspero.

 

LAS PRIMERAS ESCUELAS

Hubo una escuela instalada a fin de siglo pasado en Villa Edén Argentino, que, al cabo de un tiempo, dejó de funcionar en ella al ser trasladada a la zona céntrica de Lomas de Zamora. Se la ubicó originariamente en esa Villa, pues, a partir de 1873, tenía una población estable.>
En 1902 se instaló en Talleres la escuela 16, en Presbítero José Severo Feliciano Malabia, o Malavia, entre Manuel Belgrano y Juan Martín de Pueyrredón, que, en 1905, se trasladó a Talleres oeste en casa de Juan Pozo, y que, en 1909 se trasladó a la calle Presidente Julio Argentino Roca 360. Fue su primera directora la señorita Isabel Tait y contó a partir de 1903 con la colaboración de la Srta. América M. Sosa.
El 4/07/1905 se instaló en Remedios de Escalada este, la escuela 23, que, después de ocupar distintos locales, se instaló en París 2130. Fue su primera directora la Srta. Manuela Castaño, que fue reemplazada por la Srta. Celina F. Villar Madrid; después de varios cambios fue directora la Sra. María E. P. de Di Giorgio, secundada por la Sra. María Leonor Ceraldi de Genovesi y la Srta. R. Buya Vago.
En 1905 se instaló la escuela 19 en Gobernador Hernandarias, entre Luis E. Vernet y Dionisio Chiclana, Villa Edén Argentino, que luego se trasladó en la misma Villa, a El Cabezuelo, entre Don Orione y Gobernador Hernandarias, siendo su primera directora la Srta. Dolores J. Márquez, poco después sustituída por la Srta. Umbrino. A esta la sustituyó en el cargo la Sra. Celina Liberanome de Minetto, quien ejerció su influjo no sólo sobre dicha escuela, sino sobre la zona; tan es así que la escuela era conocida como la escuela de Minetto. Su nombramiento data de 1908, y se mantuvo en el cargo hasta 1924; no obstante hasta la fecha se la denomina “Escuela de Minetto”.
El 25/01/1909 se instaló la escuela 38, en Camilo V. Cavour 6044 que en 1911 se trasladó a Garibaldi (luego Cnel. Morón y hoy Dr. Arturo Melo) 6083.
Fue su primera directora la Srta. Elisa Giangiobbe.
En abril de 1909, se instaló la escuela 30, que tuvo como primer asiento la Villa Edén Argentino. Poco después de su inauguración fue trasladada a Azara 3080, luego Martín S. Fernández 980, hoy calle Ucrania, lugar en que posteriormente se radicó la parroquia local y se mudó después a Príncipe de Gales (hoy Marco Avellaneda) 3165. Fue su primera directora la Sra. Dolores González de Tuñín.
En junio de 1909 se instaló la escuela 34, en Cnel. Vidal 57, que luego se trasladó a Cnel. Vidal 176. Fue su primera directora la Srta. Angela Acevedo César.
El 2/08/1915 se inauguró la escuela 54 en Gral. Juan Esteban Pedernera esquina Cnel. Albariños, que en 1927 se trasladó a Cnel. Albariños 1516, en Talleres este. Fue su primera directora la Sra. Muller.

 

INSTITUCIONES DE ASISTENCIA MÉDICA

Desde 1920 está la Sala de Auxilios y de Asistencia Pública creada por Luis A. Máspero, convertida en Institución Asistencial y Hospital de Niños Luis A. Máspero, con especialidades de toda clase en Pediatría, con consultorios externos que abarcan 20 especialidades, incluída odontología. El Hospital de Niños ya dejó de funcionar hace tiempo.
En 1927 se creó la Confraternidad Mutual para el cuidado de la salud de sus asociados, en Av. Yrigoyen 5959.
En 1930, en Remedios de Escalada este, un conjunto de entidades de bien público, acordaron crear una Sala de Primeros Auxilios que comenzó a funcionar el 18/05/1931, eligiendo como director al Dr. Arturo Melo. El empeño del pueblo convirtió a esa entidad en lo que es hoy el Hospital Vecinal Dr. Arturo Melo, con sede en Villa de Luján 3050, que irradia sus servicios a todo el pueblo de Remedios de Escalada Este.
El 10/05/1965 se undó el Centro Regional de Rehabilitación de la Sordera -DIANA- que funciona en Colón 820, Remedios de Escalada, bajo la dirección de la Profesora Nélida Jusid, especializada en disapacitados auditivos, con 50 profesores y concurrencia de 90 alumnos: existiendo en el establecimiento 30 aulas, gimnasio cubierto, parque, talleres, consultorio, sala de musicoterapia y demás dependencias. El edificio en que funciona es propiedad de DIANA.

LOS CINES

El primero, de Enrique Pyke, se instaló en 1912 sobre la Av. Yrigoyen y se llamaba “La Fraternidad”; que en 1913, pasa a manos de A. Borean y Renato Fabris, que cambian ese nombre por el de “Sarmiento”; en 1913 se instaló un cine de Pirazzoli y Guadagnini, “Vertiz”, sitio donde funcionó después la primera parroquia, o sea en Azara 2980, luego Martín. S. Fernández 980, ahora Ucrania.
Posteriormente a la mudanza de la parroquia, ya en 1940 se instaló un nuevo cine “9 de Julio”. En Talleres este, en 1913 se estableció el Cine “Centenario” y el 14/06/1914, en Av. Yrigoyen 6173, el cine “Mundo Argentino” del Sr. Bobbio. Y en 1920 se instaló el cine “Ideal” de Aurelio García, al 6100 de la misma avenida. En 1931 se instaló en los Salones de la Sociedad Italiana, del Boulevard Coronel Eduardo Rosales 130, el cine “París”, que luego se llamó “Select”. Para esta reseña de cines del pueblo, seguimos lo que expone al respecto el periodista Cacho Méndez:
“Al cine MUNDO ARGENTINO, teníamos acceso gratuito por la amistad que tenía nuestro padre con su dueño el Sr. Bobbio. De manera que muchos domingos por la tarde, nos aparecíamos vestidos “de punto en blanco” los cinco hijos menores, invocábamos ser hijos de nuestro padre y se nos franqueaba el acceso sin problema alguno”

 

LAS PUBLICACIONES PERIODÍSTICAS, REVISTAS Y DIARIOS

En el tema antes referido seguimos al antes referido periodista Cacho Méndez. José F. Frías publicó “El Progreso” en 1911. Jurnet, fundó en 1912 “El Debate”. En el mismo año, publicó “Tribuna” Juan de Dios Alcatena. En 1913 apareció el periódico “Sarmiento” de Dermidio Díaz Ocampo y Domingo Milone. En 1915 apareció el periódico “La Idea” de Mauricio Parada, verdadero periodista independiente, valiente y propulsor del progreso del pueblo, sin concesiones. En 1924, aquel periodista, José F. Frías, fundó el periódico “Escalada”, que posteriormente donó a la Sala Luis A. Máspero, convirtiéndose en su vocero oficial. Luego de Frías fueron sus directores Margarita del Campo, Emilio Calvo, Enrique Ermioni y Ulises Marcelo Méndez.
En 1927 apareció la revista “Motivos”. En 1928 aparece la revista oficial de la Sociedad de Fomento Juan Bautista Alberdi, “Nuestra Obra”. En 1929 apareció el periódico quincenal “Democracia”. En 1932 apareció la revista literaria, social y gráfica “Escalada Social” de Armando Carlucci. En 1934 apareció la revista “Tenacidad” órgano oficial del Centro Social Gral. San Martín.
En 1939 apareció un periódico ilustrado, “La Semana”, de Juan Cutrera. En 1945 apareció la primera revista local, “Talleres siempre adelante” del mismo Méndez. En 1953 apareció la revista deportiva “Talleres”. En 1956 apareció un Boletín Oficial del Ateneo Inquietud, denominado por ello “Inquietud”. En 1960 Méndez fundó “Escalada Gráfico”, que, en 1961 se convirtió en diario, el primero aparecido en Remedios de Escalada.>
El 15/10/1999 apareció un sitio en Internet, mantenido por personas desconocidas, bajo el nombre de “La Página de Remedios de Escalada” con diversa información y material fotográfico, todo relacionado con el pueblo. Todo parece haberlo creado una empresa denominada “Del Paredón”, no hay más información al respecto..

 

LAS PRIMERAS INDUSTRIAS

La empresa del Ferrocarril del Sud constituyó la primera industria y es la que dio origen al pueblo Talleres.
Pero, a medida que se ampliaba el pueblo, surgieron otras industrias.
La fábrica de sombreros de Luis A. Máspero, con amplio galpón propio de 1911, dio cabida a una importante fábrica por el número de personal que ocupaba y por su modernismo. Tenía vehículo propio, para su quehacer diario. Luego surgieron pequeñas industrias personales, tales como talabarteros, lustradores de muebles, pequeños talleres mecánicos, hasta que se estableció el taller metalúrgico de Víctor Marangoni, que dio trabajo a numeroso personal. Se instalaron también comercios, principalmente de comestibles, zapaterías, sastrerías, supermercados y de todo tipo. La edificación también se ha mejorado en forma ostensible, y se construyeron edificios de muchos pisos.

Hoy en día la triste realidad de Remedios de Escalada es la triste realidad del país: industrias cerradas, comercios en bancarrota, gente desempleada. Y como todo gobernante alrededor del país, el intendente de Lanús, Don Manuel Quindimil poco, o nada, hace para mejorar esta situación, preocupándose más por pintar dibujitos en las paredes de todo el partido.

 

LOS BANCOS

Existen sucursales de los Bancos Provincia de Buenos Aires, Nación Argentina, Galicia y Buenos Aires y Credicoop.

 

REMEDIOS DE ESCALADA ESTE

Remedios de Escalada está dividida en dos sectores por las vías del Ferrocarril Roca, desde siempre. Curiosamente, el lado este contiene las instalaciones de los talleres de la empresa e incluso “la colonia de los ingleses”. Sin embargo el desarrollo “del otro lado”, como se denominó siempre al este, fue mucho menor al que iba cobrando el oeste, situación que no varió con el transcurso del tiempo.
En una conferencia pronunciada por Carlos Wilson, nacido en la “colonia de los ingleses” en 1913, quien fuera destacado jugador de fútbol, dice que:”Aventurarse después del anochecer al lado Este era considerado un acto de heroismo. Eran los dominios del “Cebollero” y del “Inglesito”, dos malvivientes que cometían sus fechorías al amparo de la impunidad que les brindaban caudillos lugareños a cambio de los favores recibidos en tiempo de las campañas electorales, sin más oposición que un viejo vigilante de apellido Badaracco, que montado en su pequeño caballo patizambo no les daba tregua.
Los pobladores del lado este, ante la falta adecuada de medios de transporte público de pasajeros para trasladarse de un lado a otro, preferían dirigirse a Banfield o a Lanús especialmente, para efectuar sus compras o bien para viajar a la Capital Federal por el ferrocarril por contar con los medios de movilidad necesarios para ello…”

Hoy Escalada Este es la parte de Escalada más escaladiense. Mucho tiene que ver el poco cambio que se ha producido a lo largo del tiempo.
Con respecto a lo que dice Wilson, algo cambió completamente y otra cosa sigue igual. Lo que se ha modificado es la seguridad. El lado Este de Escalada es actualmente -aunque tal vez no lo parezca- mucho más seguro que el Oeste (cosa de la que pueden dar fe los hacedores de esta página). Escalada Oeste, principalmente en los alrededores de la cancha de Talleres es un lugar muy peligroso y mucho tiene que ver la villa que allí se encuentra.
Por otro lado, en referencia al traslado de los escaladienses del Este a Banfield para hacer sus compras o para utilizar el ferrocarril todo sigue igual, ya que los Talleres del Ferrocarril Roca impiden el paso al lado oeste y es mucho más cómodo ir a la estación de Banfield o a la zona comercial de esa ciudad. Este inconveniente para los escaladienses del Este se vería solucionado si el intendente Manuel Quindimil algún día terminara el bendito puente peatonal sobre los talleres, del cual está abandonada la obra desde que el redactor tiene memoria(y ya tiene sus años).

El cementerio de Lomas de Zamora, creado a fines del siglo pasado, era el más próximo del vecindario, y Wilson nos cuenta las vicisitudes para llegar a él: “Para llegar al cementerio de Lomas de Zamora, podían utilizarse los servicios de un desvencijado tranvía tirado por caballos primero, luego a electricidad y finalmente con un motor a explosión que partiendo de la Estación Banfield circulaba serpenteando por la calle Hipólito Vieytes, y cuyos pasajeros ayudaban a encarrilar cuando saltaba de las vías, cosa que ocurría no con poca frecuencia”.
Existe un solo Banco: El de Quilmes.
Hay un jardín de infantes, Nro 908, en Roma y Palermo, dependiente de la Provincia de Buenos Aires y una Escuela Técnica Nro 5 en Manuel Antonio de Acevedo 2078, de la misma dependencia.
El pueblo ha costituido muchas instituciones que propenden a expandir la cultura, el deporte, la sociabilidad, el fomento edilicio y el cuidado de la salud. Ya hicimos referencia al Hospital Vecinal Dr. Arturo Melo y al Ateneo Cultural Inquietud, que sostiene la Biblioteca Dr. Eusebio A. Barriocanal. Pero citemos también el Club Social Luz y Arte, de Gral Román Antonio Deheza 3166; la Unión Vecinal Remedios de Escalada, de Fray José Wenceslao Achával 2336; el Club Columbia, de Roma 3730; la Sociedad de Fomento Remedios de Escalada, de Cnel. Faustino de Allende 2942; El Club Social Belgrano y el Club Social Siglo XX.

Bibliografía:

El regular “Nueva Historia de Lanús” de José Levitán.

El muy buen (¡¡aunque de poca referencia a Escalda!!) “Partido de Lanús…Nuestro hábitat!” de María D. Ippoliti.