Breve nota sobre el regreso de Talleres tras la quiebra.
El equipo de Remedios de Escalada sale a la cancha después de haber estado 27 días inhabilitado por la quiebra.
Las secuelas de una deuda de 1.650.000 pesos derivaron en la quiebra del club de Remedios de Escalada, decretada el 2 de noviembre por el juez José María Durañona. De ahí en más, la síndico Nilda Vázquez tomó las riendas de la institución. Primero consiguió que las puertas del club fueran reabiertas. Pero lo del fútbol era más complicado. Entonces, ideó un plan (un presupuesto mensual de 6.800 pesos) para que el equipo pudiera regresar a las canchas. Y después de 27 días y de tres fechas con Talleres marginado del torneo, logró que el juez decidiera abrirle la puerta al Rojo para que salga a jugar.
En un principio, la resolución de Durañona decía que sólo podían hacerlo los futbolistas que pertenecen al club: el resto debía irse. Pero tras una reunión que se realizó entre la síndico, el juez y el abogado de Futbolistas Argentinos Agremiados, Carlos Suñé, la decisión cambió. Al menos por este encuentro, todo el plantel (también los siete refuerzos) está en condiciones de jugar.
Una donación del intendente de Lanús, Manuel Quindimil, quien pagó el importe del viaje a Jáuregui, fue una gran ayuda para que nadie se quedara afuera del regreso al campeonato. Igualmente, el lunes hubo otra reunión entre la síndico y el juez. Ahí analizaron si los jugadores que no son del club (Marcelo Di Lauro, Pablo Rojas, Damián Rodríguez, Marinho, Fernando Verón, Mariano Quillutay y Dos Reis) continuarán en la institución o si les rescindirán los contratos.